-Capítulo 15-

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Le había dicho todo esto sin mirarlo a la cara, pero cuando acabé lo mire a los ojos. Esos preciosos ojos marrón chocolate. Me sentí aliviada, pero al segundo me volví a poner más nerviosa que antes. Supuse que sería por su reacción, no todos los días venía una niña y te contaba que estaba enamorada de ti..

-Mira Alice, lo entiendo. Es la típica historia de todas las chicas, uno os "rompe"-hizo comillas con sus dedos-el corazón y ya pensáis que todos somos así ¿no?

-Jesús yo no digo eso.

-¿Ah no? Pues es lo que a mi me has dado a entender. Paso.

Empezó a recoger sus cosas con cierto ¿enfado? No sé. Lo que si que podría decir es que tenía razón, todos los tíos piensan con la polla. Le dices que estas enamorada y como no quiere relaciones serias se larga. Imbécil. Hijo de puta. Y yo aquí, ahora que sabe que ya estoy enamorada me deja. ¿Por qué mierdas no he cumplido mi puta promesa? La hice por algo joder.

-¿Te vas?-fue lo único que pude decir en ese momento-

-¿Acaso no lo ves?

-Oh si, si que lo veo. El señorito sólo queria un lío o un polvo de una noche. Pero cuando le dices que estas enamorada de él las cosas se le complican y lo mejor es dejarlo ¿no? Vete, no te quiero ver en mi puta vida Oviedo. Dile a Calum que venga, es el único que merece la pena.

Parece que lo último que dije le molestó mucho, así que empezó a recoger más rápido y salió pegando un portazo. Me apoyé en la pared y me fui deslizando poco a poco hasta caer en el suelo. Dejé caer mi cabeza sobre mis manos, que temblaban y lágrimas empezaron a salir de mis ojos.

Lo sabía, pero sólo quise ignorar el que me podría hacer daño.

La clave de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora