Me aburría, así que decidí gastarme una pequeña broma a los chicos. Empezando por Jesús.
Entré al aseo de la habitación y lo dejé cambiandose.
Para aclararos, queridas amigas, mi broma consistía en fingir que tenía la regla; aunque me bajo la semana de antes de venir aquí, pero eso nadie lo sabe.
-¡Joder!-grité-
Y al segundo ya tenía a Jesús tocando a la puerta del aseo y preguntandome si todo iba bien. Amor de niño, enserio.
-¿Estás bien bebé?
-Tranquilo Oviedo, cosas de chicas.
-Hostia. Ya entiendo, voy un momento...eh...fuera.
Me empecé a reir como una loca, era impresionante el comportamiento que tenían los tíos contigo cuando sabían que tenías la regla; ni que fuera el fin del mundo por dios.
Ahora que lo pienso, voy a tener a tres tíos con miedo detrás mía..me lo voy a pasar bien..si.