JESÚS P.O.V
Estabamos esperando a Alice, como siempre, mientras hablábamos.
Y de momento salió. Iba impresionante. Preciosa. Supongo que me quedé con la boca abierta pero..tendrías que haberla visto.
Ese traje realzaba todas sus curvas y hacia que sus piernas parecieran kilométricas. Y luego los tacones, que gracias a ellos conseguía llegar a ser más o menos igual de alta que yo. No iba muy maquillada y seguía estando preciosa. Y luego, el pelo lo llevaba recogido en una especie de trenza rara al lado con una cinta negra..no se como explicarlo.
Vi como le subían los colores por la forma en la que yo la miraba y después me dijo:
-Oviedo, si me sigues mirando así me vas a desgastar.
Reaccione y la besé. Con ganas. Haciendo que se diera cuenta de que me había encantado como iba vestida, porque puedo asegurar que sé, que se puso así para mí. Y me siento afortunado por ello.
