-Jesús, antes de hablar vamos a ocuparnos de Adrián.
Asintió y fuimos hacia donde lo habíamos dejado inconsciente pero...no estaba.
-¿Donde cojones habrá ido?
-Mira Alice, hay una nota.
Era verdad, había una nota. Una pequeña nota en la que ponía: " Hola pequeña, tu y tu amigo habéis ganado esta vez pero ya sabes. Puedo conseguir todo lo que quiera, y te quiero a ti. Dentro de poco volveré. No os preocupéis por mi."
Jesús se empezó a alterar, cogió la nota y la estrujo con una mano. Luego se acercó a la pared y empezó a pegarle puñetazos mientras gritaba "No la tocarás hijo de puta".
Me acerqué a él, le suplique que parara, se estaba dejando muertos los nudillos pero no me hacía caso. Hasta que lo cogí de la cara, lo giré hacia mi y lo besé. Sus brazos pasaron de estar golpeando la pared a rodear delicadamente mi cintura. Creo que ya lo dije pero lo voy a repetir. Este niño es un prodigio besando. Os lo prometo.
Cuando nos separamos lo cogí delicadamente de una mano para no hacerle daño y lo llevé a la habitación. Saqué el botiquín.
-Me recuerda a ayer por la mañana..cuando te dí el beso..
-Jesús..
-No Alice, me equivoqué. No se que mierdas me paso ayer pero ese no soy yo. Supongo que me asusté, pero la verdad es que yo también me he enamorado de ti. ¿Suena raro no? En dos días me he enamorado de una niña. Pues si. Y esa niña eres tú. Se que no lo has pasado bien, Calum me lo ha dicho y tambien me ha amenazado con cortarme las pelotas como te vuelva a hacer daño pero no he venido por eso. He venido porque me he dado cuenta de que me equivoqué, de que te quiero. Y de que no necesito nada más.
Se acercó a mi oido derecho lentamente y cantó acapella un trozo de mi canción favorita, "Quien" de Pablo Alboran. Pero ¿como lo sabia? Vale. Este chiquillo me quería matar, enserio. No aguanté más, ni siquiera lo dejé terminar el trozo de canción, y junte nuestros labios. Ese beso tan esperado por parte de los dos. Ese beso que nos dejó sin respiración. Ese beso tan ansiado.
-Te quiero Jesús Oviedo Morilla.