El Clan Yuriburū sufrió una terrible tragedia, dejando como únicos sobrevivientes a dos hermanos uno de ello traerá destrucción total y el otro hará lo posible proteger su nuevo hogar.
Acompaña a Kinea, en una historia envuelta en trama, ninjas, ami...
Una semana había transcurrido desde la masacre del clan Uchiha, el Hokage había decidido darnos un tiempo para asimilar lo sucedido. No me aleje de ellos en ningún momento, los tres vivíamos temporalmente juntos.
Ichiro ahora estaba más apegado a mi, si bien al principio estaba muy deprimido, se animaba así mismo a volverse más fuerte, según el para proteger a lo único que le quedaba, a mi. Por el contrario de Sasuke, en tan poco tiempo había cambiado mucho, su actitud era más seria y fría, aunque yo sabía que seguía dolido, el que despertara asustado cada noche por una pesadilla me lo demostraba.
Hoy sería mi primer día en la academia, a pesar de ser un par de años más grande, pedí al Hokage estar en el mismo grupo que Sasuke, de cierta manera tenía miedo, miedo a que se sumergiera en la oscuridad de su venganza, de la cual no pasaba un minuto si mencionar.
Me desperte, era la primera en hacerlo, comencé a prepararme para la academia, ya lista, decidí despertar a los chicos, para que no se nos hiciera tarde.
–Pss...Ichiro, Sasuke despierten– Dije sacudiendolos suavemente, el único que abrió los ojos fue el azabache, quien me miro unos segundos y se levantó– ¿Puedes despertarlo?, Iré a prepara el desayuno– El respondió con un asentimiento.
Me dirigí a la cosina, y tome todo lo necesario para preparar el desayuno, cuando todo estuvo listo comencé a servir, de pronto escuche como si alguien se uniera caído, después un quejido. Sasuke llegó tranquilamente y se sentó frente a uno de los platos que puse en la mesa, seguido de un empapado peli-gris, quien lo "reprendía" por haberlo despertado de esa manera.
– Idiota, existen muchas maneras de despertar, no era necesario tirarme un vaso de agua– Hablaba enojado Ichiro, siendo ignorado olímpicamente por el Uchiha.
– Calma, que yo intenté despertarte primero, pero no lo hiciste, parecía más muerto que dormido– Dije riendo divertida.
– Pero no por eso me tenía que echar agua encima– Molesto desayunaba mirando mal al pelinegro.
– Era la manera más rápida y efectiva– Fue la respuesta que obtuvo.
Ya todo listo, salimos de la casa y tomamos camino hacia la academia, no tardamos tanto tiempo en llegar, al entrar nos despedimos, Ichiro y Sasuke se fueron a sus salones, mientras yo me dispuse a buscar a la persona que según me había dicho el Hokage, sería mi Sensei.
– ¿Disculpe, podría ayudarme?– Pregunté al señor que se encontraba frente a mi.
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– Claro, ¿Que necesitas?– Respondió amablemente.
– Estoy buscando a Iruka Umino, ¿Sabe dónde lo pudo encontrar?– El hombre río.
– Ya lo encontraste, puedes llamarme Iruka-sensei, tu debes ser la nueva alumna de la que hablo el Hokage ¿cierto?– Yo asentí– Bien, sígueme para que conozcas a todos–
