El Clan Yuriburū sufrió una terrible tragedia, dejando como únicos sobrevivientes a dos hermanos uno de ello traerá destrucción total y el otro hará lo posible proteger su nuevo hogar.
Acompaña a Kinea, en una historia envuelta en trama, ninjas, ami...
Me levanté y comencé a vestirme, nos habíamos quedado a vivir permanentemente juntos, cuando ya estuve lista, salí de mi habitación, hacia la de los chicos, toque la puerta y entré, pero no había nadie, la cama de Sasuke estaba tendida, por el contrario la de Ichiro que estaba toda desordenada, solté un suspiro, era extraño que se levantará antes que yo.
Cuando llegue a la cosina, pude ver a ambos comiendo cereal, mientas se lanzaban miradas de muerte, de nuevo suspiré, entonces se percataron de mi presencia.
- Ohayō Kinea/Yuri-sama- Hablaron ambos al mismo tiempo, para luego mirarse mal- Tsk/Hmp- Soltaron molestos mirando a direcciones contrarias.
- Ohayō- Saludé tomando mi desayuno- ¿Y eso, que se levantaron temprano?- Pregunté.
- Ya no somos niños, no tienes por qué despertarnos- Dijo indiferente el de ojos onix, pero recibió un golpe en el brazo de parte del peli-gris, para después hablar.
- Solo no queríamos molestarte- Me sonrió- Ya haces demasiado por nosotros, como para que tengas que cuidarnos- Miro avergonzado hacia otro lado.
- No me molesta en absoluto- Me Sincere- Son mi familia, y haría lo que fuera por ustedes- el azabache dio una sonrisa de medio lado.
- Yuri-sama, usted es una gran persona- Salto abrazarme, restregando su cara contra la mía, así un momento hasta que fue separado, por un Sasuke enojado.
- Ya suéltala, eres una molestia- Dijo con cara de pocos amigos.
- Maldito, ¿Y a ti qué te molesta?- Pero fue ignorado por el Uchiha, quien me tomo de la mano y comenzó a caminar a la salida, para dirigirnos a la academia.
Rodé los ojos, de un tiempo para acá, comenzaron a discutir más de lo normal, tanto que llegó a convertirse en un fastidio, bueno, no tan así, creo que me junto mucho con Shikamaru.
Caminábamos los tres, mientras los escuchaba pelear, hasta que ví una cabellera larga castaña, que inmediatamente identifique, sin que los chicos lo notarán, fui hacia aquella persona.
- ¡Neji-kun!- Grite para llamar su atención, a lo que el se detuvo y me volteo a ver.
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- Kinea, buen dia- Saludo, formal como siempre, pero dándome una pequeñísima sonrisa.
Aún recuerdo cómo lo conocí...
FLASHBACK
Acaba de salir de la academia, Sasuke había decidido entrenar un rato, así que me quedé a fuera a esperar a Ichiro.
Unos minutos después, pude verlo caminar en mi dirección junto a tres personas, un chico pelo negro, con grandes cejas, un castaño ojos perla y una chica de cabello café oscuro peinado en dos molotes.
