Capítulo XVII

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Tristeza. Era lo único que el primaris sentía dentro de la cabina de la thunderhawk, pateando, gritando, llorando, con un puño cerrado alzado al techo de la nave y llendo sin rumbo fijo. Solo viajando por el vacío del espacio hacia ninguna parte totalmente envuelto en sus sentimientos. No había código que seguir ni hermanos a los que aferrarse, sentía como las emociones reprimidas por su entrenamiento se desembocaban dentro de su pecho y no lo hacían consciente de lo que le rodeaba. Para cuando finalmente pudo recuperar su postura estaba en medio de la nada en el espacio, ningún planeta a la vista ni flotas mercantes siguiendo sus rutas.
Hundió la cabeza entre sus manos y trató de pensar en que hacer ahora. Ir directamente a Azarilorc para empezar por ahí su investigación sería colocarse un cartel gigante en la cabeza pidiendo que le dispararan así que era mejor evitar el planeta por ahora, miró a la réplica en busca de alguna otra parte que figurara en los relieves. Entre el planeta y la escena de Trasmar había un relieve más pequeño pasando casi inadvertido entre las dos escenas más importantes para el capítulo en el que se ve el paso del cáliz de una mano a otra, se veía que una mano tenía un tatuaje del símbolo de la legión progenitora. Arriesgándose a una captura y tortura de parte de los Ángeles dio curso a la Roca para dar con pistas que le mostraran cual fue este suceso, su determinación de dar vuelta atrás era más débil que cuando decidió hacer esta herejía, pero tenía que saber la verdad costara lo que le costara.

Solo por obra de Tzeench fue que tuvo que hacer una parada en un mundo fantasma desconocido para él, Mertal salió del asiento de piloto para reparar la nave y con vergüenza tuvo que reponer los paneles que sus puños habían destruido, arreglar las alas de la thunderhawk que se habían deteriorado con el viaje a través de la galaxia. Estaba por irse cuando notó que la replica empezó a brillar con un halo de color morado, extrañado lo tomó con incredulidad y dio un paso hacia él este causando que el brillo fuera más tenue; retrocedió dando un paso ahora al norte y el brillo de nuevo reaccionó con el color asentuandose en la parte izquierda. Su caminata lo llevó cruzando kilómetros hacia el oeste siguiendo la intensidad con la que el cáliz brillaba. Decir por cuánto tiempo caminó no sería posible sin las lecturas que su casco le hubiera dado si lo tuviera puesto. Se levantó una neblina espesa cuando la replica adquirió un brillo tan intenso que Mertal no podía verse la mano, se cubrió el rostro con la otra extremidad mientras trataba de visualizar algo en la distancia.

Y entonces la tierra empezó a temblar con mucha potencia, tanta que el primaris tuvo que arrodillarse para contener el equilibrio, sus ojos se abrieron de par en par cuando el suelo se abrió y vio una estructura cubierta de arena por donde la tierra se había partido. Sin tiempo para decidir que hacer, el primaris calculó la distancia de caída tirando una roca hacia la estructura, donde tardó un par de segundos en tocar el suelo, ya hecha la medición Mertal se preparó para el impacto inminente y se tiró al hueco. Su armadura resistió el impacto agrientandose un poco en los pies pero no sufriendo daños severos, sin embargo Mertal quedó alerta dado el estruendoso ruido que hizo al aterrizar, con el eco aún resonando dentro del espacio en que había caído.

Sujetando el cáliz lentamente fue avanzando por la estructura adentrándose en la oscuridad del edificio en ruinas. Se había hundido hace mucho tiempo dado la cantidad de arena que había en todas partes, aunque todavía no tenía claro como el suelo súbitamente se habia abierto cuando el cáliz brilló cerca de la ubicación del edificio; alumbraba el camino por la luz de el objeto que sostenía en alto. Avanzó sin tener idea de porque estaba haciendo esto y cual podría haber sido el propósito de seguir al cáliz cuando podría haberse dado media vuelta y volver a la nave para seguir con su curso, pero la salida de ahí tendría que estar al final del túnel....tenia que estar al final de el sendero por el que iba.

La luz fue lentamente apagándose hasta que Mertal quedó a oscuras con las sombras tragandoselo completamente, lanzó una maldición y no tuvo más opción que avanzar tentando las murallas. Otro tiempo largo indefinido pasó hasta que no pudo mas y se sentó para descansar un momento. El recuerdo de lo que había pasado en la Traiciones volvió a él y las lágrimas de nuevo empezaron a rodar por su rostro.
"¿Que estoy haciendo? ¿Por qué tuve que...?...maldita curiosidad....de solo haberle hecho caso al Señor nada de esto hubiera pasado....estaría con mis compañeros en alguna misión...con Rate compitiendo para ver quien tenía más bajas, con Adrael jactandonos del buen estado de nuestras armas y....Lorvan..." su voz se quebró y no pudo decir nada más en voz alta.

Rechaza las falsas verdadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora