Capítulo XXI

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Los cinco hombres que habían estado con Mertal desde que se recomponia lo llevaron después de unas semanas a la superficie donde su nave lo estaba esperando, la relación entre el primaris y los demás ya se había calmado y era más amistosa. Durante esas semanas se enteró de lo que pasaba alrededor del capitulo mientras reunían sus fuerzas otra vez para lanzar un ataque a los caídos más cercanos que pudieran encontrar, era una travesía larga que en la mayoría de las ocasiones se movilizaba todo el capítulo actuando como una gran ola de leales listos para derramar sangre de herejes.

"¿Entonces por qué están tan tranquilos? ¿No deberían huir antes que llegaran?" Mertal les comentó un día a Zamahquias en una de las cavernas que usaban de campo de tiro
"No solo somos cinco hombres aquí hijo, hay muchos más. Solo que no..."
"¿No que? ¿Es confidencial?"
"Aún no sabes la razón por la cual luchamos....es una pena que tenga que ser así"
"¿Así que? No entiendo...he aprendido los orígenes de las tradiciones, he estudiado todas las escrituras que me has mandado a leer...¡incluso te puedo resumir de que se tratan esas ceremonias!"
"Tenia que ganarme tu confianza antes de mostrarte el camino, si te sacamos a la superficie es porque ya creemos que estás listo para navegar por la galaxia en busca de las respuestas que buscas. Mi más sentido pésame Mertal, pero ya es tiempo de que seas oficialmente un Regocijo" Zamahquias dijo suspirando y encendiendo un aparato de su muñeca. Murmuró unas palabras y volvió a las profundidades de la caverna para recoger todo lo que le fuera útil.

El astartes estaba completamente confundido por las palabras que había dicho su nuevo amigo. Cuando alzó la vista al cielo y entendió. Los malditos le habían tendido una trampa: Al menos dos naves distintivas de los Lágrimas se posicionaron en los confines de el planeta y dentro de dos minutos las cápsulas de desembarco se lanzaron hacia la tierra dejando estelas de humo por donde pasaban, todo el planeta quedaría a merced de la legión para su destrucción. Mertal rápidamente se adentró a la cueva y trató desesperadamente de agarrar todas las cosas de valor que había acumulado, papeles volaron por su cuarto y armas trataron de encajarse en sus estuches mientras la copia del cáliz descansaba en una repisa. Ahora brillando tanto como el día en que la usó por vez primera. Tendría que salir de ese planeta otra vez a disparos, y tendría que hacerlo rápido

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Rate no pensaba tan tácticamente como lo hacía Adrael, se estaban preparando para usar sus armaduras de exterminadores de iniciados y mostrar en combate cuanto habían aprendido de sus entrenamientos exhaustivos por estas dos semanas anteriores. Las armaduras de iniciados eran las que más protección daban dentro de todos los exterminadores aunque su movilidad se veía reducida por esto; en cuanto uno se iba haciendo más experimentado y anciano entre la primera compañía se les permitía llevar armaduras más movibles pero con una protección débil al confiar plenamente en las habilidades en combate del hermano, de lo contrario nunca se la habrían dado en primer lugar. A los iteradores y rememoradores les recordaba vagamente a las primeras armaduras de exterminadores que se usaban en la Gran Cruzada, aunque esto solo era una vaga similitud dado lo improbable de este hecho según la historia de el capítulo.
Mientras los dos primaris estaban ansiosos de derramar sangre hereje en otra instancia de la nave insignia se llevaba una reunión solo para comandantes, de las diez compañías, juntados por el tema de el nuevo señor de la 3.ª compañía. Talrifel la precedía aunque no hacía muchos comentarios en la discusión de quien debería ocupar el puesto de el ya fallecido pero honrado Guido. El temporum rumorem pues se estaba llevando a cabo con muchas menos bromas y chismes no importantes de lo habitual. Los nueve se mantenían en silencio mientras cada uno iba dando sus puntos a favor y en contra de los hermanos de la tercera para ser elegidos como el nuevo Señor De la Compañía. Muchos nombres y hazañas se contaron para explicar sus puntos; para el final de la reunión se había elegido al hermano campeón de la compañía Habacuc para liderar a sus hermanos. Todos se pararon y repitieron las consignas pronunciadas desde hace siglos por sus antepasados que ocupaban sus puestos, Talrifel entonces se paró delante de el apotecario jefe y le dio la orden en silencio que terminara la reunión con la copa.
Así pues Caín sacó con un cuidado humilde el cáliz original del capitulo, sus muchas incrustaciones resaltaban a la vista en la tan poco iluminada habitación, miró a su segundo al mando y este extrajo con una precisión quirúrgica el frasco sagrado protegido de los poderes psíquicos que contenía la preciada sangre de el primarca Johnson. Lo entrego con una reverencia a Caín.
A la vista de todos sacó una gota de sangre y cerró rápidamente el frasco enganchandolo a su armadura, la gota cayó en el cáliz y fue pasado de mano en mano, cada uno de los Señores aportando un poco de su sangre hasta que pasó en manos de el Grsn Maestre del capítulo el que no solo se extrajo un poco de sangre sino que además se desprendió violentamente uno de los tachones de servicio en su cara, el del lado derecho, el del impuro. Lo dejo caer en el líquido que ya estaba hasta la mitad de el cáliz y bebió de este.
La reunión finalizó con todos silenciosamente mirando a Talrifel un poco preocupados. Ludovico fue el único que se quedó en la habitación cuando todos se fueron.
"¿Que te pasa Talri? No acostumbras a ser tan....sentimental" Ludovico habló con toda libertad
"Debería pasarme algo?"
"Los dos sabemos que tu comportamiento ha sido más compulsivo desde que Guido se fue"
"Y que quieres que haga? ¿Me quedé de piedra y no muestre nada de dolor por un compañero?"
"No. Digo que esto tiene que parar. El otro día te vi en tus estancias inconsciente y con un vidrio quebrado delante tuyo. Eso levanta unas sospechas en mi"
"¿Que serian? No confundas ingenio con atrevimiento Ludovico" Talriflel lo miró con su mirada inquisidora
"Puedes retirarte...ser un consejero, volver a luchar. Eres el mejor en eso...¿por que pasar tu vida en este sentimentalismo sin sentido y además llevar el peso de la legión?"
"¿Y me lo dices tú? ¿El que desobedeció órdenes en medio de el campo de batalla para atrasar a las fuerzas? ¿¡¿¡El que permitió que su escuadra muriera dada sus malas decisiones ese día?!?!?! ¿¡¿¡Tú como el Gran Maestre?!?!?!" Talrifel empezó a molestarse
"Ni siquiera he hablado de ser yo...hablé de dejar el puesto... no vivas más del pasado" Ludovico también estaba enojado
"Vete al infierno"
"Si estuvimos ahí... y es el infierno lo que recuerdas más. Respira, piénsalo con todo tu ingenio y te pido por todos los héroes que reconsideres tu puesto" - Ludovico buscó sus ojos - "Te lo digo como compañero"
"Lo haré cuando muera. Ahora si me permites Ludivico, tengo que destituirte de tu puesto" Talrifel amenazó
"Fue solo una sugeren-" Ludo empezó a hablar cuando recibió un puñetazo
"Ahí tienes tu respuesta entonces"
"No estás pensando Talri...por favor piensa de nuev-" otro puñetazo
"¡¡¡Cállate!!!" Talrifel rugió
"No me callaré hasta que recuperes tus sentidos"
"¿¡¿¡Te das cuenta de lo que me estás pidiendo?!?! ¡¡¡Todo el infierno que he sufrido para llegar aquí y para guiar a nuestra madre para que tú me digas que renuncie!!!"
"¿Madre?" Ludo murmuró entre dientes llenándose de sangre
"La legión no te hagas el estupido" Talrifel lanzó un suspiro
"Déjalo salir amigo...no te lo guardes" Ludo entendió a donde iba el problema y trato de tomar su puño
"No volveré a ser el que pierde todo lo que quiere lentamente" Talrifel dijo con una ira acumulada mientras pasaba a sostenerlo por el cuello
"Nunca lo volverás a hacer...solo te estoy implorando que dejes el pasado como está, en el pasado" Ludovico aún tenía aire en sus pulmones
"No estoy para tus manipulaciones...soy un maldito astarte y un orgulloso hijo del León y maldita sea lo seguiré siendo hasta mi último aliento sirviendo donde él me dejó"
"Talri por...favor calma....te" Ludovico se estaba empezando a quedar sin aire pero no quería ni tocarlo
"¡Mi vida son los Lágrimas que te quede claro desde hoy en adelante!" Talrifel soltó en un rugido
"¿Crees que no me he sentido así? Talri yo también perdí a toda mi escuadra pero sigo aquí, sigo haciendo estos planes tan esporádicos para honrarlos y recordarlos de un modo más pacífico" - sus ojos comenzaban a estar llorosos - "¿Que te diría él si te viera así eh? Te diría que no importa lo que le pasó, fue por su propia voluntad para no condenar a una raza que le dio la espalda incontables veces....si el pudo perdonar sus vidas incluso en sus últimos alientos...¿por que tú....no a el pasado?"

Rechaza las falsas verdadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora