El Gran Viaje.

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 "Las personas se forjan a golpes, como el hierro de la fragua. Un acero virgen siempre tiene una primera batalla en la que luchar y demostrar su valía. Con el tiempo, se convierte en una espada de guerra que cualquiera temerá, y honrará a su dueño hasta su camino a la muerte. 
Honra pues a tus padres de la misma forma y miente sólo para salvarle la vida a un hermano, pequeño. 

No perdones la vida a un enemigo si no ha luchado con honor. 

Nunca persigas a las sombras, siempre llevan bajo las alas de un cuervo que señalará donde te esperan la muerte y una tumba que ocupar. Ya sabes lo que siempre te digo: El cuervo que vuela hacia tu camino y llega antes que tú, llama a la muerte para que allí te espere. 

Ama a todas las mujeres que puedas, son el sabor de esta vida tan corta y llena de sufrimientos, y ellas necesitan ser amadas tanto como tú. 

¡Y por el dios de la guerra, nieto! ¡Ya tienes doce inviernos, no derrames una sola lágrima cuando me vaya! ¡Alza esa barbilla y saca pecho! 

¡Cuando tengas edad de luchar, demuestra a tus padres que eres digno de su sangre, ten muchos hijos y hazme sentir orgulloso!".

—Meiheln, mayor de la Tribu del Lobo a su nieto Khôr, minutos antes de partir al Gran Viaje.

La Dama de la DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora