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CAPÍTULO 16

―¿Dónde está Alex? ―preguntó sin ninguna expresión en su rostro.

―No lo sé, no...

―Ha ido a La Gran Batalla ―murmuró mirándome fijamente.

―¿La Gran Batalla? ―pregunté con el ceño fruncido, claramente confundida.

―Su otra vida ―él se aleja de la pared caminando hacia mí―. El campo de pelea, calentando para pelear.

―Sigo sin entender ―suelto sin dejar de arrugar mi entrecejo.

―Hoy es la gran noche para los peleadores como él ―murmuró deteniendo sus pasos frente a mí.

―¿Peleará?

―Sí, Melody ―asintió con la cabeza― Hoy Alexander alias El Diablo, peleará ―dijo sin ganas, poniendo los ojos en blanco.

―¿Por qué se apoda "El Diablo"? ―lo miré confundida.

―Porque cuando pelea, se le olvida todo lo que pasa a su alrededor y solo se concentra en su objetivo, Melody.

―¿Cuál es su objetivo? ―pregunté curiosa.

―Ganar ―susurró encogiéndose de hombros―. Hace lo que sea para ganar, deja a los contrincantes como trapo de cocina.

Abro mi boca para decir algo, pero nada sale de ella.

―Alexander es un gran peleador, pero un maldito cuando está frente al contrincante. No le importa nada, nada Melody ―dice con su voz helada.

―¿Le haría daño a una mujer?  ―pregunté con mi voz temblorosa.

―Descúbrelo por ti misma, hermosa.

Se va sin decir más. Me quedo allí parada con los nervios a flor de piel.

¿Peleador?

¿El Diablo?

¿Cómo es posible?

¿Él me había pedido ir a una pelea?

¿Tengo que creerle a Steven?

Saco mi celular, y busco en mi lista de llamadas a Mason.

―¿Melody? ―contesta un Mason con voz ronca.

―¿Cómo está Ryan? ―pregunté con la mirada perdida.

―Sólo despertó, no nos han informado más sobre el estado en que se encuentra, pero creo que durará un buen tiempo aquí ―la llamada se escuchaba entrecortada.

―¡Melody!

Me regreso a ver detrás de mí, a una Bella correr hacia mí.

―Te llamaré luego y si sabes algo más sobre el estado de Ryan, avísame ―dicho esto corto la llamada.

―Melody ―Bella llega frente de mi sin aliento. Se inclina apoyando sus manos sobre las rodilla, trantado de recuperar el aire.

No me quiero imaginar desde cuando ha estado corriendo.

―¿Ya te enteraste? ―preguntó mirándome divertida con una gran sonrisa en sus labios.

―¿Sobre qué?

―La Gran Batalla ―dice incorporándose―. Hoy el guapo de Alexander peleará contra la Bestia.

―¿La Bestia? ―frunzo el ceño.

―Así es ―chilló aplaudiendo con emoción― Tienes que ir conmigo, Melody.

―No puedo ir ―dije cortante.