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CAPÍTULO 28

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, un sentimiento de culpabilidad recorría todo mi ser. Sentía que si no llegaba a casa a tiempo Brian recaería y yo no estaría allí.

Corría y corría sin detenerme. Christian trató de detenerme pero no lo escuché, sólo quería estar con Brian. Estar en este momento.

—Emma volvió.

Cuando Erika botó esas palabras me imaginé miles de cosas. Sentí una felicidad inmensa, pero luego una preocupación por Brian.

¿Cómo lo tomaría?.

Seguía corriendo por las calles desconocidas. ¿Cómo pude dejar a Christian atrás?.

—Ella está aquí, Melody. Emma ha vuelto.

Me detengo a tomar aire. Me inclino sosteniendo mi estómago.

Ella sollozaba cuando me contaba que Emma había vuelto. Si ella estaba tan conmocionada, no quiero ni imaginarme cómo estará Brian.

Con mi respiración agitada, el corazón acelerado, mis manos temblorosas y sudorosas. Doy un paso más pero un auto se atraviesa en mi camino.

Frunzo el ceño cuando me doy cuenta que el auto me es familiar. La puerta se abre lentamente y de ésta sale.

¿Christian?.

¿Qué hace en el auto de Mason?.

La puerta del acompañante se abre y sale mi hermano mayor. Corre hacia mí hasta quedar frente a mí.

Miro a Christian quien esta de espalda a mí con sus manos apoyadas sobre el capo del auto.

—Maldición, Melody, me has asustado. Pensé que te había pasado algo. —dice Mason con la respiración agitada. Se pasa la mano por su cabello húmedo, parece que se ha dado una ducha.

—¿Por qué te fuiste así, Melody?. Te he estado buscando como un loco —murmura Christian sin mirarme. —Te fuiste por la dirección incorrecta. Llegué en tu casa pensando que estabas allí pero no... Dejé mi auto allá y le pedí a Mason que me ayudara a encontrarte porque los nervios me traicionaban.

No entendía lo que estaba pasando. ¿Tomé el camino contrario por el que vinimos?, ¿fue mucho tiempo el que tardé corriendo?.

—Fueron dos horas —dice Christian con un tono acusador —. Dos putas horas buscándote; en los callejones, preguntando en las casas, parques...

—Lo siento, sólo quería llegar rápido a casa.

—¿Caminando? —dice Christian con ironía soltando una risita. Le da un golpe con su palma al capote volviéndose a mi dirección y noto que sus facciones estaban contraídas en enojo—Yo te hubiera llevado en un santiamén Melody, tenías que pensar bien con la cabeza. Te llamé una y mil veces tratando de detenerte, pero tú estabas empeñada en salir corriendo de la cabaña. ¿Al menos conocías por dónde te dirigías?.

Mis ojos se llenan de lágrimas por sus palabras. Tiene razón, me comporté como una inmadura y no pensé bien lo que estaba haciendo.

—¿Y si te pasaba algo, Melody? ¿Y si se aparecía alguien para hacerte daño?. —sonríe con amargura —. Pensé que te había pasado algo... Pensé...

Se queda callado mirándome fijamente, su pecho subía y bajaba con rápidez.

Sé que me comporté como una idiota cuando salí de la cabaña pero sólo pensé en Brian. Quería llegar a casa y estar junto a él.

—Brian...

Alzo mi mirada saliendo de mi pensamientos y miro a Mason que comienza hablar.

—Brian está bien, Melody, está feliz por ver a Emma hermosa y reluciente. Ellos se quedaron en casa hablando de todo lo que han pasado en los últimos años.