CAPÍTULO 18

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Al notar que no había nadie en el cuarto de lavandería, mis nervios se identificaron aún más.

¿Quién era?

¿Me estaba volviendo loca?

Ya no sabía qué pensar.

Toco mis mejillas las cuales estaban llenas de lágrimas, por el gran susto que me he pegado.

La puerta se abre, entrando un Marcus con un bate de béisbol en su mano. ¿Para golpear al sujeto?, no lo sabía

Marcus al ver que no había nadie en la habitación, deja el bate en un estante con productos de limpieza haciendo un gran desastre al ponerlo allí.

Corre hacia mí, diciéndome algo pero no podía escucharlo ya que había entrado en un estado de shock.

―¿Melody? ―murmuró dándome golpecitos en las mejillas― ¿Melody?, dime qué ha pasado. ¿Por qué te encuentras así?

―He visto al hombre frente a mí, lo he visto Marcus ―susurré con mi mirada en la nada.

Marcus me abraza a él, reconfortándome, y entierro mi cara en su pecho buscando seguridad que sé que mi hermano me la dará.

―Tranquila, mi niña todo estará bien, confía en mí ―murmuró contra mi cabello.

Esto ya había pasado antes en mi habitación, hace más de doce horas. El estar junto a mi hermano sentía como el alma volvía a mi cuerpo.

―Vamos, Melody ―me anima a levantarme― levántate, tus amigos han llegado.

Se me había olvidado que Steven y Bella llegarían temprano.

Me levanto del suelo.

No me había dado cuenta que me encontraba en el suelo hasta que Marcus me ayudó a levantarme.

Salimos del cuarto de lavandería y nos dirigimos a la sala de estar, y allí se encontraba un Steven "Penoso" y una Bella nerviosa mirando hacia todas partes.

―Hola chicos ―saludé con una ligera sonrisa.

―Hola Melody, ya es hora de irnos  ―murmuró Steven sin quitarle la mirada de encima a Marcus.

Bella le da un codazo por ser un poco indiscreto.

―¡Oh, hola Marcus! ―saluda Bella un poco sonrojada por lo que supongo que había pasado entre Marcus y ella.

―Hola, Bella ―saluda él con una sonrisa coqueta.

Me aclaro la garganta cuando noto que no pretendían quitarse los ojos de encima.

―Tenemos que irnos, ¿no? ―murmuré mirando a Bella con ojos como platos.

―¿Ah?, sí, claro ―murmuró sin dejar de mirar a Marcus.

―¿Ha dónde iras Melody? ―preguntó Marcus con el ceño fruncido.

―A la pizzería ―se adelantó a decir Steven.

Marcus asiente con la cabeza, me da un beso en la frente y se despide de los chicos agitando la mano a modo de despedida.

Salimos de allí rápidamente con Steven hablando estupideces como lo es él.

Miro a Bella divertida cuando nos detenemos frente al gran auto de Steven. Noten el sarcasmo.

Un Volkswagen rosa.

―No se burlen del auto color rosa de mi hermana mayor ―bufó―. El mio se encuentra en el taller.

Nos montamos en esa cajita rosa.

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