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CAPÍTULO 7

MELODY SANDERS

Perdí a un amigo como el desaparecer de la luz del día, como cuando un niño pierde su globo favorito y flota por los aires sin darle tiempo de sostenerlo con fuerza.
Perdí a un amigo como cuando te pierdes en el camino, perdí a ese amigo que tanto quería.

¿Alguna vez lo dejaré de extrañar?

Es imposible dejar de extrañar a alguien muy importante para mí, a un ser querido.

Brian ha dejado una gran huella en mi corazón.

-Tengo que volver a casa -comenta Chloe y se levanta quedando de pie a un lado de mí- Llámame si hay más noticias de Brian.

Comienza a caminar, pero se detiene a mitad del camino.

-Cuidate, Melody -lo dice con voz extraña.

Como si se estuviese despidiendo.

Cuando se marcha, subo a mi habitación y me tomo la píldora que me recetó el Doctor Langford.

Me siento frente al escritorio y abro la laptop y conecto los auriculares.

<<Necesito relajarme, esto ha sido un poco duro para mi >> pensé.

Suspiré profundamente.

Escucho una canción, pero a los pocos segundos me arrepiento. Es hermosa, pero triste. Decido cambiar la canción por otra, un poco más movida: Jacquees - You.

Y pasa, siento un calor en mi hombro derecho, que me congela ante el tacto.

Me quito los auriculares, giro un poco mi cabeza mirando por encima de mi hombro a la persona que ha puesto su mano sobre mi hombro. Porque sí, sentí una mano sobre mi hombro, me vuelvo completamente en mi silla dándome cuenta que no se hallaba nadie en la habitación.

Joder.

Arrugo mi entrecejo cuando noto la ventana abierta, la cual juraría que la había visto cerrada cuando entré en la habitación.

Me levanto y camino lentamente hacia la ventana. Esto tiene que ser una broma pesada de Marcus.

Cuando llegué frente a ésta vi que se acercaba una tormenta, el viento era demasiado fuerte y las cortinas se movían de un lado a otro.

Me acerco más a la ventana y en la carretera pude ver a un hombre de espaldas con capucha.

Abro mis ojos en grande.

Mira en mi dirección y dibuja una sonrisa en su rostro. No pude ver más que una parte de su rostro, doy un paso atrás, asustada.

Escucho la puerta abrirse y me sobresalto.

Giro un poco en dirección a la puerta, es mamá quien la abre.

-Melody, ¿puedes bajar un momento? -pidió sin entrar en la habitación.

Asiento con la cabeza con la respiración agitada por el gran susto que me llevé al ver al hombre parado frente a mi casa sonriendo en mi dirección.

Ella cierra la puerta. Y aprovecho, vuelvo de nuevo a la ventana pero ya no se encontraba allí el hombre.
Me siento en la cama mirando a un punto fijo de la habitación.

¿Quién demonios era?

¿Una mano en mi hombro?

¡Dios!, me estoy volviendo totalmente loca.

¿Estaré alucinando otra vez?

No tengo idea.

Después de calmar mis nervios decido bajar. Me siento en el sofá frente a la fogata esperando a mamá.