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CAPÍTULO 19

Era como si volviera al mismo lugar de siempre. Como el aire deja tu cuerpo, la preocupación se identificaba, el temblor en tus manos y las mejillas húmedas por las lágrimas, la presión de tu pecho es lo que sucedía y sentía constantemente en mi vida.

Aquellos cuerpos sudorosos por la fuerza que ejercían al golpearse contra el césped me repulnaba, Alexander golpeaba sin parar las costillas de Marcus o La Bestia como decía llamarse. Marcus ahora estaba encima de Alexander golpeando una y otra vez el rostro del susodicho

Sangre.

Solo podía ver sangre.

Algunas personas gritaban horrorizadas y la mayoría animaban a que siguieran en la batalla solo para ganarse el dinero de las apuestas, mientras que yo estaba como una estúpida con mis lágrimas rodando por mis mejillas hasta el punto de soltar sollozos.

―Tu hermano sentirá lo que yo sentí cuando Alexander Hemmings me golpeó, tanto que me llevaron al hospital inconsciente ―se había acercado a mí hasta poder hablarme al oído―. Y tú mi querida Melody sentirás lo mismo que sintió mi hermana al ver como su novio golpeaba salvajemente a su hermano.

Esto era diferente.

A diferencia de su hermana, yo no amaba a Alexander. Tal vez sentía atracción, pero amor no.

Esto me dolía, me dolía ver a mi hermano engañar a mis padres con respecto a su trabajo y verlo allí todo herido era una de las peores sensaciones que podía experimentar.

―Alexander se ha sentido atraído hacia ti desde el primer momento en que vio esos hermosos ojos ―masculló de manera fría contra mi cabello―, pero eso no lo detendrá hasta poder llegar a su objetivo, ganar la pelea y admiración de las personas.

Recordar a Marcus en las peleas de la primaria me hacia poner la piel de gallina. Esto me causaba náuseas. Esto es muy diferente, en las peleas del colegio había quien los detuviera, pero en esta no había nadie que detuviera esta estúpida pelea.

¿Por qué vine?

¿Por qué no me quedé en casa escuchando aquellas canciones?

¿Por qué Marcus está metido en este lío?

Quisiera devolver el tiempo y haberle dicho 'No' a Bella.

Cubro mi cara con mis manos temblorosas para no ver como esas dos personas se mataban entre sí.

No estaba molesta con Alexander, pero si con Marcus.

Por mentir, por no confiar.

―La Gran Batalla ya ha iniciado ―susurra Steven en mi oído.

Dejo caer mis brazos a ambos lados de mi cuerpo. Dudo unos pocos segundo en abrirlos, pero decido abrir de nuevo mis ojos cuando escucho gritos desgarradores, gemidos de dolor y personas chillando de alegría.

No puedo creer lo que estoy viendo.

Alexander y Marcus no habían iniciado la verdadera Batalla.

Los hombres se habían vuelto unas verdaderas bestias a comparación con Marcus.

Ahora eran las chicas animando a todos los hombres del lugar, todos se estaban golpeando salvajemente entre ellos.

Humo

Gritos

Dolor

Sangre

Quizás muerte.

Parpadeo un par de veces con tal de poder aclarar mi vista, pero es en vano.

Con mi mirada nublosa busco a Marcus por todo el lugar, pero no lo encuentro. Giro sorprendida por todo el desastre que se había creado y visualizo a Alexander cruzado de brazos, apoyado en el umbral de la puerta trasera de la casa de los Michaelson.