Capítulo 47

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-Vamos al baño. Polo, cuando vengan los demás esperaos aquí y no subais. Sobre todo Marco- dice Sara mientras me coje por la cintura y pasa mi brazo derecho por su cuello.
-Ana ayudame por favor- murmura Sara al ver que no puede sujetarme ella sola. Ana hace lo mismo con el brazo izquierdo y pasa su brazo por mi cintura. Intento subir las escaleras para ayudarlas. Me cuesta pero consigo subir los escalones interminables.

Una vez estamos en el baño, Ana cierra la puerta mientras Sara me sienta en el suelo.
-Ana, prepararle mientras la bañera- die Sara mientras me quita las chanclas.
Empieza a quitarme la ropa. Una vez estoy desnuda, me levantan del suelo entre las dos y me llevan hasta la ducha.
-Serán solo unos segundos- dice Sara con voz dulce.
Noto como el agua fría cae sobre mi cuerpo. A los segundos deja de caer. Envuelven mi cuerpo en una toalla y me llevan hasta la bañera. Me ayudan a meterme. El agua está en una temperatura perfecta. Apoyo mi cabeza apunto de explotar en el borde de la bañera.
-Ana ¿puedes ir a prepararle algo de comer?- pregunta Sara.
-Sí claro, ¿qué le hago?- dice caminando hasta la puerta.
-Mmm... prepárale un puñado de arroz blanco, con un huevo... y parte un mango y una naranja y pónselo en un plato.
-Vale- dice Ana mientras sale del baño.
-Val cariño, ¿cómo estás?- me pregunta con voz dulce rozando su mano con mi cara.
-¿Qué me ha pasado?- me encuentro un poco mejor pero me sigue doliendo la cabeza muchísimo y me cuesta abrir los ojos.
- Polo te ha encontrado con ese chico... llevabas una botella de absenta en la mano. Val, necesito que hagas un poco de memoria, ¿Te bebiste tú sola la botella?- pregunta mojando su mano en el agua y posándola lentamente en mi cara.
-No... bebí sólo la mitad... pero Cristian me dió unas pastillas...- intento hacer memoria, pero no me acuerdo de nada. -Solo me tomé dos, no paraba de darme pastillas y la botella para que bebiera- digo recordando algunas cosas.
-¿Cristian?- pregunta Sara.
-Sí, me dijo que se llamaba así. ¿Lo conoces?
-Sí... creo que sí... me suena el nombre, pero no consigo recordar de que lo conozco- Sara arruga el entrecejo en un intento de hacer memoria.
-Cierra los ojos y descansa, me quedo contigo, después vamos abajo para que comas algo.
-Vale- digo cerrando los ojos y relajandome con el agua caliente. 

-Val, ¿bajamos?- dice al ver cómo abro los ojos.
-Sí- me he quedado dormida. -¿Cuánto tiempo he dormido?- pregunto mientras intento levantarme.
-Unos quince minutos- dice cogiéndome para ponerme de pie.
-Me duele mucho la cabeza... y los ojos- digo mientras coje un albornoz blanco de detrás de la puerta.
-Es normal- dice poniéndome el albornoz. Coje una toalla y seca un poco mi pelo. El albornoz es muy suave.
-Vamos- dice una vez me ha anudado el cordón del albornoz.
Camino lenta por la casa. Puedo caminar sola, pero me cuesta un poco. Sara me coge del brazo derecho mientras que con el izquierdo apoyo la mano en la barandilla y me ayuda a bajar las escaleras. Abajo, en la cocina y el comedor están todos los demás.

Viviendo con mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora