Viviendo con mi mejor amigo

Capítulo 54

Llaman al timbre. Miro la hora. Son las ocho y media.
-Voy yo- digo caminando hasta la puerta.
Abro la puerta gigante de madera y aparece una mujer rubia con cinco cajas de pizza.
-Hola, ¿está Álvaro?- pregunta la mujer.
-Sí claro, un momento- camino hasta el jardín, donde todavía están los chicos jugando.
-Álvaro, hay una mujer que pregunta por tí en la puerta- camino de nuevo hasta la puerta.
-Enseguida viene- le digo con una sonrisa.
-Toma- me da las cinco cajas de pizza.
-Gracias.
-¡Hola tía!- dice Álvaro apareciendo por detrás de mí.
-Hola, tu tío y yo nos vamos a pasar mañana todo el día en el bar muy ocupados.
-¿Entonces no voy a comer?
-Si quieres sí, pero no podremos sentarnos contigo a comer.
-No te preocupes comeré rápido y si quereis os ayudo.
-Ya lo hablaremos mañana, no vemos- dice la mujer dándole un beso a Álvaro y alejándose hasta una moto.
-Adiós- Álvaro se despide cerrando la puerta y caminamos los dos hasta la cocina.
-¡PUES SI VOSOTROS NO VENÍS ME IRE YO!- grita Ana.
-¿Qué pasa?- pregunta Ávaro.
-Lo que pasa es que me quiero ir a la fiesta de Óscar y estos no quieren venir- Ana se sienta en una de las sillas de la mesa.
-Yo también quiero ir- digo poniendo las cajas en el centro de la mesa y sentándome al lado de Ana.
-Tú no vas- dice Marco.
-Tú a mi no me mandas, ¿¡HACE FALTA QUE TE RECUERDE QUE NO SOY DE TU PROPIEDAD!?- digo levantándome de la silla y caminando hasta el jardín. Ana me sigue.
Me siento en la hamaca más alejada de la puerta.
-Val, ¿y si nos vamos las dos solas?, sin ellos- dice susurrando y poniendo su mano en mi brazo. -Estoy disimulando- dice mirando su brazo.
-¿Cómo lo hacemos?- no pienso perderme una fiesta porque Marco no quiera que vaya.
-Después de cenar, me iré y te esperaré en la puerta, diles de ir a la playa, y tu te vas al vestidor y te cambias, luego te escapas y nos vamos. Le diré a Óscar que nos recoja. Puedes ponerte tacones. Se amable con todos, no tienen que sospechar.
-Vale- digo intentando no sonreír.
-Val, entiende que Marco lo hace porque no quiere que te pase nada- Sara aparece por la puerta.
-Ya, pero él no decide por mi, estoy harta de que parezca mi padre.
-Val, venga vamos a cenar- Marco aparece por la puerta. -Lo siento.
-Ya he oído demasiadas veces esas palabras- me levanto. Miro a Ana y recuerdo lo que me había dicho.
-¿Cenamos?- les digo entrando en casa.
-Vamos- dice Ana levantándose de la hamaca.
Nos sentamos todos en la mesa y empezamos a cenar.
-Val, ¿podrías dejarme algo de ropa para la fiesta de esta noche? Es por no pasar por mi casa, mañana te la devuelvo.
-Si, después de cenar vamos al vestidor- le digo sonriendo.