Valeria y Marco, dos amigos que se conocen desde pequeños. En el cumpleaños de Valeria, Marco, junto con Rocio y Carlos le regalan un viaje sorprendente. En ese viaje pasarán muchas cosas, en el cual cambiarán sus vidas. Para siempre. Pero, ¿cambi...
-Sara e Iván lo saben, y nos ayudarán a que Marco no se entere. -¿¡Se lo has dicho!?- dice Ana intentando hablar bajo. -No, nos ha descubierto. -Chicas, ya estamos- Óscar baja del coche. Ana sonríe emocionada mientras baja del coche.
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-Vamos- Ana pone su mano izquierda delante de mi cara para ayudarme a salir del coche, pongo mi mano derecha en su mano y salgo del coche, cierro la puerta y vamos dentro de la fiesta. -No te preocupes, estaré contigo toda la noche- dice al ver mi cara. Es una casa preciosa, parecida a la mía, solo que tiene paredes en vez de ventanas. Caminamos hasta el interior de la casa. Ana saluda a casi toda la gente con la que nos encontramos, pero no se para para hablar con ningún, caminamos hasta una barra libre que hay en el comedor. -¿Donde habrá agua?- le pregunto a Ana. -Creo que en la cocina- dice señalando en dirección a esta. -Esperate y te acompaño. -No hace falta, iré yo.
Camino hasta la cocina chocando con un montón de gente. Consigo llegar a los armarios, abro todos en un intento de encontrar una botella de agua. Camino hasta la nevera, la abro, pero solo veo cervezas y comida. Camino hasta uno de los armarios, donde había visto vasos, abro el armario, y cojo uno, camino hasta el fregadero y lo lleno de agua. Una vez me he bebido el vaso, lo dejo en la encimera y camino hasta donde estaba Ana. Pero no la encuentro por ningún lado, genial. Elevo la cabeza e intento localizarla entre la gente. Camino hasta el piso de arriba, intentando tener una mejor vista. Nada, no está por ningún lado, y ni ella ni yo tenemos el móvil. Decido ir al jardín, es el único lugar que me queda por mirar. Al salir, veo que está junto a las hamacas, con un grupo de chicos. Me dirijo hasta allí lo más rápido posible. -Valeria, perdón por irme. -No te preocupes. -Chicos ella es Valeria. -Bueno que, ¿vamos a bailar o que?- dice Ana cogiendome de la mano y caminando hasta el comedor, donde había más gente bailando. -Adiós- dicen todos los chicos riendo, de los cuales desconocía sus nombres. -Adiós- grito intentando ir al mismo paso de Ana. Caminamos hasta el comedor, donde nos ponemos a bailar.
-¿Ana no crees que ya es suficiente?- le pregunto mirando su vaso. -Solo un poquito más- Ana ha bebido bastante. Yo sigo sin beber nada, cómo le prometí a Sara. Son la doce menos cuarto de la noche. -Ana, deberíamos volver pronto a casa. -Sí, solo media hora más y nos vamos. Caminamos junto con los chicos de antes. Veo que Ana deja su vaso vacío en una mesa y coje un chupito. -Ana, ya está, suficiente por hoy- le digo cogiendo el chupito y dejándolo donde estaba. -Solo un poco más- dice Ana volviendolo a coger.
