CAPÍTULO TRECE

15 0 0
                                    

-Oye, ya que me estás ayudando me gustaría compensarte.-Rompió Connor el silencio que se había instalado en el jardín.

-¿Cómo?

-Me gustaría invitarte a una cafetería que tienen unos batidos riquísimos, ¿aceptarías?

Me sonrojé al escucharlo.

<<¿Me estaba pidiendo una cita? No...no podía ser...aunque con lo que me confesó el día anterior tenía toda la pinta.>>

-En plan amigos.-Pareció leerme la mente.

-¡Claro! Me encantaría.-Sonreí.

<<No tenía nada de malo en salir a solas un día, ¿no? >>

(***)

Cuando mi madre y mis hermanos llegaron todavía seguíamos trabajando en el jardín.

Los pequeños en seguida corrieron hacia mí a darme un abrazo, pero yo los paré a tiempo.

-Estoy llena de tierra y no quiero mancharos.

-¿Y eso? ¿qué estás haciendo?

-Estamos quitando las malas hierbas.-Contestó Connor.-Hola Hera y Alex.-Les sonrió.

-Hoaaa.-Sonrió el pelirrojo.

Mientras que la rubia se quedó en silencio.

-¡Hera! Saluda a Connor.-La regañé.

-Hola...-Dijo a regañadientes en un tono muy bajo.

En ese momento apareció Viviana con una gran sonrisa.

-¡Wow! Así casi sin plantas parece otro.

-Hola mamá.

-Hola señora Sullivan.-Sonrió el jardinero.-Al menos no se ve tan apagado, y cuando ponga todo nuevo se verá precioso. ¡Serás la envidia de todos los vecinos!

Todos reímos.

-¡Sííí! Quiero muchas flores.-Contestó la pequeña ilusionada.

-¡Fores, forees!-Le siguió su hermano.

-Por cierto, había pensado construiros un cobertizo aún más grande, si usted quiere.

-¡Buena idea! Pero, ¿sabes de carpintería también?

-Yo no, pero mi mejor amigo sí. 

-¡Oh...! ¿Y por cuánto? Ahora que no estoy en el bar cobraré algo menos y...

-No se preocupe, compartiré mi sueldo con él.

-No quiero que...

-De verdad, no se preocupe.-Sonrió Connor.

-Está bien...y por cierto, ¡no me trate de usted! Me hace sentir vieja y aún tengo 50 años.

Él asintió.

-Bueno, yo me voy a dar una buena ducha.-Interrumpí.

-¡Quero aguaaa!

-¡Tú ya te has duchado esta mañana!-Contestó nuestra madre.

-Joooo.-Puso pucheros.

-Tranquilo Axel, cuando salga de la ducha lleno el lavabo pequeño y juegas con tus muñecos, ¿te parece?

-¡Síiii!

Sonreí y me despedí de ellos.

(***)

Después de una buena ducha miré mi móvil. 

¡Tenía 6 llamadas y 15 whatsapp de Vega! 

Alarmada la llamé y al primer tono una Vega nerviosa contestó.

EL SECRETO DE MI JARDÍNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora