Capítulo Dos

20 1 0
                                    

Sentada en mi cama me encontraba mientras leía un libro de mi autor favorito: "El puzzle de cristal" de BlueJeans, cuando de repente mi estómago rugió como un animal salvaje.
-¡Cállate! ¿No ves que estoy leyendo un capítulo muy interesante?-Me miré la tripa.
<<Cualquiera que me viese pensaría que estoy loca.>>
~Es que lo estás~Dijo mi conciencia.
<<Gracias, yo también te quiero.>>
Reí y negué con la cabeza.
Seguí leyendo unas páginas más y con mucha pena cerré el libro para ir a calentar la comida.
Cuando todo estaba preparado llamé a mis hermanos para que vinieran a comer.
-¿A qué hora entras a trabajar, Joel?
-En una hora, en lo que termino de comer me marcho corriendo.
Asentí con la cabeza y nos quedamos en silencio durante un minuto hasta que Hera comenzó a reír al ver a Axel con la cara y las manos manchadas de tomate.
<<Espera un momento, ¿QUÉ?>>
Abrí bien los ojos y lo regañé.
-¡Vamos al baño a limpiarte toda esa suciedad!
-No quieoo.-Se cruzó de brazos.
Mientras, Hera seguía riéndose.
-Joel, ¿puedes ayudarme?-Dije malhumorada al ver que seguía comiendo como si nada.
Él se encogió de hombros y centró su mirada en el plato de espaguetis ignorando mi petición.
-¡Hera, ya, cállate!
Pero mi hermana de 5 años seguía riendo.
Como pude llevé a Axel al baño y después de frotar durante unos minutos conseguí limpiarlo, excepto su camiseta blanca que ahora se convirtió en naranja.
-Naganjja me guta.-Sonrió.
-Mamá nos va a matar.-Suspiré pensando en como solucionarlo.
-Quero come másss.
-Cuando te cambie, vamos a por una camiseta limpia.

***
Aquella misma tarde comenzó a llover por lo que Connor no pudo completar su jornada del primer día.
-He hecho lo que he podido, me llevará muchísimo tiempo arreglarlo todo pero lo conseguiré.
-Espero que consigas que mi madre recupere ese amor por las plantas. ¡No te imaginas las horas que se podía pasar en el jardín!
-Me lo creo, aunque lleve años así el jardín, se puede ver que en su día fue uno de los mejores que se hayan podido ver.
-La verdad que sí.-Sonreí al recordar todos los momentos en aquella parte de la casa.
Connor se terminó de un trago el café que le había preparado minutos antes, me miró por unos segundos para después apartarla.
Se veía que estaba algo nervioso.
-¿Te pasa algo?-Le pregunté curiosa.
-N...No, ¿por?
-No sé, te noto algo... ¿raro?
-Soy raro.-Rió.
-¡No exageres!
Ambos reímos y nos quedamos en silencio de nuevo.
-¡¡¡Tata, piiiis!!!-Interrumpió el pequeño de dos años.
-Perdona.-Le dije al jardinero.
-No te preocupes, ve.
Asentí y acompañé al pelirrojo al servicio.
Sonreí al pensar en lo que había crecido Axel.
¡Parecía ayer cuando mamá nos dio la noticia de que íbamos a tener un hermanito!
Todos nos alegramos, excepto mi padre (si se le podía llamar así).
¿Por qué él no se sentía así? Bueno... Es una historia larga que ya os contaré.

Una vez que mi hermanito terminó regresamos al comedor donde Connor se estaba poniendo ya la chaqueta.
-¿Ya te vas?
-Sí, como no voy a poder hacer nada prefiero irme a casa y hacer otras cosas.
-Pero... Está lloviendo a cántaros, ¿tienes coche para ir?
-No...Pero no te preocupes, llamaré a un amigo para que venga a recogerme.
-Vale, pero no salgas hasta que no llegue.
Él asintió con la cabeza y buscó el número de su amigo en la agenda del móvil.
Tras unos cuantos pitidos colgó e intentó llamar.
-No me lo coge...-Suspiró.
-Vaya... Bueno, te puedes quedar aquí de momento si quieres.
-No me queda de otra...
Lo miré mal pensando en si le molestaba mi compañía pero no me atrevía a preguntarle así que me callé.
-Pon la tele si quieres, yo iré a ver qué hacen mis hermanos.
-Vale.

Subí a la habitación de Hera y los descubrí jugando a los Playmobil.
-Hola chicos, ¿puedo jugar con vosotros?
-Síiiiiiii.-Gritó la niña.
-Tú este.-Axel me dio el que tenía en la mano.
Lo cogí y comencé a entretenerme con ellos.
-Yo quieo ese.-Mi hermano me volvió a coger el que poco antes me dio.
Negué con la cabeza.
¡Siempre hacía lo mismo!
Me daba un juguete y poco después me lo volvía a quitar para jugar con él.
-Lo tenía ella.-Me defendió Hera.-Devuélveselo.
-No, es mío.-Dijo abrazando el minimuñeco.
-Es de todos, ¿a qué sí, tata?
-Claro, pero si lo quiere él no pasa nada, ya cojo yo otro.
-Vale.-Me dedicó una sonrisa.

***
Me cansé de jugar con los peques y decidí ir a ver qué hacía Connor.
Lo encontré concentrado en la televisión viendo un partido de fútbol.
-¡Chicos!-Exclamé rodando los ojos mientras me sentaba a su lado.
-¡Ay, qué susto me has metido!-Se llevó una mano al corazón.
-Perdón.-Reí.
-¿Y si no quiero perdonarte?
-Pues tú te lo pierdes.
Sonrió durante unos segundos antes de volver a mirar la pantalla de 37 pulgadas.
-¿No hay otra cosa mejor?
-No.
Negué con la cabeza, miré a mi alrededor en busca del mando y lo alcancé sin que el chico se diera cuenta.
Cambié el canal por FDF, donde estaban echando la que se avecina.
-¡Oye, qué estaba viendo el fútbol!
-Ya, pero a mí no me gusta.-Reí.-Y esta es mi casa.
-En eso tienes razón.-Me volvió a sonreír.
Nuestras miradas se cruzaron mientras estábamos en silencio.
Poco después entró Axel llorando.
-¿Qué te ha pasado, peque?-Le pregunté preocupada.
Detrás entró Hera con la cabeza agachada.
-¿Qué has hecho ya?
-Yo...nada...solo... él empezó.
-¿Cuál?
-¡Me quitó mi Barbie!-Dijo con los brazos cruzados.
Abracé a mi hermano e intenté consolarlo.
-Me pega.-Asesinó a Hera con la mirada.
-Ha...sido sin querer.-Se disculpó ella.
-¿Por qué te ha quitado la muñeca?
-Sí.
-Pero no se pega, ya lo sabes.
-Ya, pero...
-No, Hera, no hay peros que valgan.-Dije furiosa.-Pídele perdón, y que no vuelva a pasar.
-Perdón Axel...
Él apartó la mirada.
-Y tú pídele perdón por quitarle la muñeca, hay que pedir las cosas, ¿vale?
-Vale...Pedón.
-Muy bien, ahora id a por los juguetes y venís aquí a jugar.
-¡Valeee!
Salieron corriendo como si no hubiera pasado nada.
-¡Estos críos...!-Reí ahora que no estaban.
-¿Son siempre así?
-La verdad que no, se suelen portar bien pero hay días que...
-Ah.
Volvimos a ver la tele mientras los pequeños jugaban.

EL SECRETO DE MI JARDÍNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora