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Pasaron 10 años después de lo sucedido, mi escape, salí de las sombras tomada de la mano de alguien del cual solo recuerdo su rostro no se su nombre era una niña de 6 años encerrada en la casa de dos científicos que estaban obsesionados por crear enfermedades y buscar sus curas, al igual de lograr la evolución humana, una que sea capaz de regenerarse, no tenía ningún tipo de relaciones con el exterior solo mantenía un pequeño oso de algodón color rojo, sí, extraño no?, con dos botones azul oscuro que eran pegados con el delgado hilo color negro a la piel roja del oso de algodón ese era mi amigo. Me metieron a un internado, y aquí estoy.

- Zenda por favor – Escuche la voz ya cansada de decir mi nombre-

- Puedes ya quedarte quieta - Hay estaba de nuevo esa misma voz-

- No cometas una locura – Decidí ignorar a mi queridísima maestra, ya me estaba cansando enserio escuchar lo mismo cada día-

- No me ignores Zenda – De nuevo estaba ahí ese mismo sonido de alguien que está cansando de pasar tiempo a mi lado-

- Que pasaría, ¿Si tus padres llegaran ahora mismo a buscarte? – Padres... ¿Qué es una familia?-

- Claramente no los recibiría, ellos me internaron aquí bajo observación, con cuidado especial ellos me volvieron un animal... No, un animal no, un demonio eso me volvieron ellos – Solté con calma mientras me bajaba de la rama del árbol donde estaba sentada, los ojos de la maestra Iris me seguían cuando me alejaba a lo profundo de los pasillos en donde nadie en ese internado escolar cruzaban-

- Zenda, no hemos terminado nuestra platica – Gritaba la maestra-

- Yo creo que si – Solté una pequeña risa inocente y decidí entrar a mi hogar-

- Esta chica, ¿nadie te hará cambiar? O ¿Qué buscas? – Aun estaba ahí solo que escondida entre las sombras y alcance a escuchar lo que dijo la maestra Iris, no sé qué busco tal vez ¿Alguien que me entienda? No lo sabré de todas formas siempre estoy sola nadie me acompaña nadie podría entenderme, nadie podría fusionarse conmigo soy un demonio que fue creado por sus propios padres no tengo compañía solo mi mente destrozada y las sombras de cada noche-

Entre a mi habitación solitaria la cual no compartía con nadie, no tenía compañera de habitación era lo más profundo de pasillo alejado de los demás nada ha cambiado desde que entre aquí tanto mi modo de vivir encerrada al igual que las remodelaciones del edificio, solo me sacaron de una jaula sucia y oxidada para meterme en una donde hay demasiados pájaros.

Nuestro besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora