Nuestro beso

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Llego el momento de la ceremonia yo estaba en un balcón mirando todo desde arriba, el cielo estaba tan despejado que me gustaba esa sensación de ver lo blanco de las nubes, desde abajo se miraba la fila de mujeres y hombres que estaban vestidos con su traje de ceremonia blanco, era blanco y el mío era de color gris, saludaban a la multitud con la mano arriba moviendo la de lado a lado.

- Como desearía que las personas me consideraran humana – Miraba mi la palma de mi mano- Pero solo eres diferente y ya eres de otro mundo – Empuñe mi mano y seguí mirando atentamente-

Estaba sola allá arriba, sin nada que hacer, ni una sola compañía. Como no había nadie y la maestra solo me dijo que no hiciera una locura así que, me voy. Me dispuse a salir de ese lugar a donde siempre paso las noches solo que ahora lo haré estando de mañana. Me dispuse a tomar rumbo al lugar que está alejado de toda esta multitud de sacos vacíos, el árbol Cercis siliquastrum, es hermoso en todo su esplendor merece ser cuidado pero hay algo que me atrae de este árbol pero no sé qué podría llegar a ser. Me senté, deje caer mi cuerpo en el césped, recosté mi espalda al tronco de árbol mire hacia arriba y me encontraba ahí de nuevo el cielo despejado, en las noches me escapo para venir a este lugar a mirar las estrellas y como brilla cada una de ella por su propia cuenta ¿Brillare yo también? Me pregunto eso siempre, dicen que cada uno tiene su brillo ¿Yo encontrare eso que me hace brillar? ¿Alguien me hará brillar? ¿Yo... haré brillar a alguien? A veces siento que me falta una mitad pero quien sería la mi mitad, ese complemento que podría llenar mis vacíos ¿Dónde estarás? ¿Llegaras a mí? Nos abrazaríamos hasta cerrar nuestras heridas, ¿seremos iguales? Seriamos uno solo espero y llegues pronto complemento donde quieras que estés, aunque ¿Tú me estarás buscando a mí también? A quien podría engañar las personas me ven y me tienen miedo por ser algo diferente mi físico, actitud y sistema son diferentes a los de ellos.

- Perdona pero ¿no deberías estar en la ceremonia?

Esa voz hizo que mi cerebro saliera de su trance, que dejara de mirar el cielo despejado que era tan llamativo para poder enfocarme en la persona que está de pie a mis espaldas. Apoye de mi mano en el suelo para tomar un impulso para posicionarme estaba lista para ver la cara asustada que colocaría al verme, para que me dijera o me colocara otro apodo además de eso agregarlo a la lista de personas que me tendrían miedo para siempre.

- Disculpe si la moleste no era mi intención –Sus expresiones, su cara de paz y tranquilidad, pero sus ojos podrían decir algo diferente sonreí de lado al ver que no tenía miedo-

- ¿No te sientes atemorizado? – Pregunte con sutileza-

- Por qué habría que estarlo –Olía nervios, pero no miedo en sus palabras-

- ¿No te asustan mis colmillos?, o ¿mis ojos rojos? - Me acercaba lentamente a él quería ver si en verdad no tenía pánico-

- No es algo común pero no habría por qué tenerle miedo –No veía venir aquellas palabras, me sorprendía, la primera persona que no se atemoriza al verme-

- Entonces, ¿tu porque no estás en la ceremonia? – Acortaba la cercanía entre nosotros pero al parecer no le importaba o no se daba cuenta que podría ser mi presa-

- Hago parte del grupo que se graduó, pero quede en último lugar dos de mis compañeros se fueron – Entonces él era uno de los de los que estaba en ese lugar- Para ser más específico las personas a mi alrededor están decepcionadas de mí, no sé qué podrían esperar dicen que tengo potencial y era el líder la clase fue una ofensa grande para ellos que quedara en último lugar – También tiene un uniforme gris, no blanco como el de los demás-

- ¿Por qué no tienes el uniforme blanco? Debiste escaparte ¿no? –La distancia entre nosotros la había acortado completamente yo-

- No, no asistí me quede encerrado en la habitación, porque debía estar presente si nadie me iba a felicitar y todos estaban decepcionados de mi –Sonreía de nuevo de lado-

- Tu y yo somos iguales –Sentía ansias de probar su sabor-

- ¿Perdón? – Ya había acortado la distancia entre nuestros cuerpos, pero ahora estábamos cara a cara, un color rojo se hizo presente ¿Eso es sangre? O ¿Sonrojo?-

- Zenda –Reconocía esa voz, gritaba con fuerza mi nombre-

- Ya me encontraron – Me separe de el con cara de molestia-

- Zenda, no sigas escapándote de esa forma –Cruce por el lado de la maestra Iris sin decir nada, solo seguí el camino de regreso a la jaula-

- Zenda, espera por favor –omití sus palabras y seguí caminando-

- Chico, te recomiendo que mejor no te acerques a ella –Emprendió su camino tras las chica que le advirtió-

Quedo atónico, no sabía que estaba pasando, solo tomo la misma decisión que ella regresar a su jaula como el pájaro que desea volar pero no puede.