XIII

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Butters entró a su casa sumido en sus pensamientos, a decir verdad, confirmaba a cada segundo la razón por la cual no pudo hacerle una ficha  a Kenneth, pero sin duda algúna  también sufrirá una crisis cuando vea que el resto de sus amigos si será atacado.

Se preguntaba que hacer con Tweek y con Kenneth, ambos eran rubios, de edad y complexión parecida  y que sin ataque por parte de Caos y Maquivelico serán sospechosos en algún momento aunque ...

"Ese no es mi problema..."

Esa voz, esa voz que se volvía a cada segundo más fuerte. No lo asustaba, al contrario, Caos lo fortalecía Caos era lo único que deseaba SER. Continuar como 'Butters' era solo  por costumbre, por guardar una identidad "segura" esperaba el día en que ya no fuera una necesidad.

Al entrar en su habitación vió recostado como si se tratara de un ángel a Philip, sus ojos cerrados y su respiración tranquila decían que posiblemente estaba dormido.

El rubio de cicatriz en el ojo se sentó a un lado pasando una de sus manos por el largo cabello del británico, era como tocar seda dorada. Los ojos claros  del contrario se abrieron por el tacto y se tranquilizo al distinguir a Leopold.

— Perdón por hacerte esperar. — se disculpó Stoch.

— No, esta bien, igual estaba un poco cansado. —Philip  se sentó somnoliento.

— ¿Qué? ¿Pudiste dormir anoche? — dijo con cierta malicia, ayer la adrenalina había subido a sus límites, la cantidad de maniobras gimnásticas y precisión técnica que tuvieron que tener para hacer el ataque a Kyle realmente fue muy fatigante.

Ellos lo tenían en claro, no eran villanos vulgares, eran entes de la justicia, mejor aterrar a 1 hombre para castigarlo por el resto de su vida   sin un solo  disparo, que matar a millones de forma aburrida y anónima e insulsa.

El inglés Sonrió tímido posando su frente en el hombro de Leopold

— Dormí como un bebé.

El mismo intoxicante y adictivo veneno los mantenía sin ataques de nervios, ellos  dejaban de ser  Butters y Pip, para ser  Prof. Caos y Sir Maquivelico, el miedo iba evaporandose.

— Entonces cuál era la sorpresa.—preguntó el de cabello corto separándose a lo que el otro solo se volvió a recostar.

— Umm... Estuve viendo las noticias y aunque nuestras caras no fueron captadas por las cámaras del deportivo por fracciónes de segundos nuestra apariencia de lejos fue muy clara y aburrida.

— Yo no te detuve para que usaras tu traje, yo mismo te alente a tenerlo, recuerda que esto apenas es el preludio.

— Ah, No iba a llevarlo si tu ibas en pants.

— Es que yo aun no tengo como cubrir mi ojo, ese me haría demasiado evidente, justo hoy me lo acaban de decir, una cicatriz se cubre con maquillaje pero el ojo medio ciego...

— Eso supuse. - sacó un estuche. - Sorpresa Profesor Caos

****
— Señora Brofloski...

— Oh, Stan. Se que vienes a ver a Kyle pero, como su madre y aún sabiendo que tienen toda la vida siendo amigos te pido que te vayas, el no esta nada bien, no veras al chico que siempre conoces se encuentra... frágil.

— Por eso mismo debo entrar, me necesita

— No cariño, esto no es una película, el no necesita palabras, necesita tiempo, descanso y medicamentos.

La mujer sin más cerró la puerta pero por supuesto que esto no se quedaría así. Con cautela Stan caminó hacia la parte traserá de la casa de su amigo.

Misterioso CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora