Capítulo 55

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PD: Escuchen la canción que les dejé en multimedia.

Nadie estaba realmente preparado para la muerte, aquello era algo seguro para decir

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Nadie estaba realmente preparado para la muerte, aquello era algo seguro para decir. Sin embargo, aquella fría y silenciosa mañana, todos la recibimos de manera dolorosa, sabiendo que no había nada más por hacer...

Todos aceptamos la naturaleza y rumbo de la vida.

Todos excepto Brian.

El cual se dedicó a llorar, gritar y maldecir al universo entero. Después de un momento pidió misericordia, piedad, clemencia y todo lo relacionado con ello, pero lo que él no sabía o quizás simplemente no quería entender.

Era que ya no había nada más que hacer.

La pequeña hacía mucho tiempo, había muerto.

Sabíamos que iba a pasar en cualquier momento, estábamos seguro de ello, aun así, aquello no significaba que iba a doler menos o algo así.

—Va a estar Bien. —Me aseguró Brian, la noche anterior. Sus ojos estaban rojos por las lágrimas derramas con anterioridad. — De verdad creo que estará bien, has visto que mejoró mucho en estos días, ayer estaba sonriendo y jugando.

No supe que decir, no estaba preparada para decirle algo, no podía darle más esperanzas falsas, no era justo para él, ni para Camyl, de hecho, para nadie. Solo pude dedicarme a estar al lado de ambos y guardar silencio, esperando que un milagro sucediera.

Una falsa esperanza.

—¿Compraste todos los regalos? —Me había preguntado él, mientras seguía acariciando la cabeza de la pequeña niña.

—Sí, todos los de la lista.

—Le van a encantar, ya verás. —Sonrió distraídamente —Desde muy pequeña siempre le ha gustado tener muchas cosas, cada cumpleaños me hace comprarle muchos juguetes que realmente nunca usa, es su día favorito.

—Me imagino —Dije sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas —Has hecho cada día mágico para ella, Brian, siempre debes saberlo.

—Deberíamos dejarla descansar. ¿Por qué no vamos a empacar los regalos? —Me preguntó ignorando mis palabras.

—Bien.

Todo se sentía demasiado tenso, aún no podía sacar de mi mente las palabras y llanto que Brian había tenido anteriormente, me dolía el corazón de solo pensar en él y la niña. —Es muy cierto que estaba aterrada de perder a Camyl, ella no se merecía aquello, ella tenía toda una vida por delante y más— En pocas palabras, si ella llegaba a morir... Iba a dejar muchos corazones rotos alrededor.

Pasamos gran parte de la noche envolviendo los regalos de la niña, había muchas cosas bonitas para ella, desde muñecas y castillos grandes, hasta ropa y zapatos de marcas, todo era de color rosa, amarillo y verde, los colores favoritos de la pequeña. Nunca en mi vida me imaginé que la tarea de envolver regalos, fuese algo tan difícil y nostálgica.

El Arte De Amarnos. (Amores que curan # 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora