El Arte De Amarnos. (Amores que curan # 3)

Capítulo 42

BRIAN.

-Me duele – Fue lo primero que le dijo Camyl a Luciana cuando los tres entramos al hospital aquella noche calurosa. -Me duele mucho mamá -Repitió y yo solo pude apretar los archivos que llevaba en mi mano.

-Lo sé cariño, lo sé -Dijo Luciana y pude ver cuan afectada estaba -Pero todo pasará hija, lo prometo, solo será una inyección más y listo -Aseguró ella, Camyl me regaló una mirada llena de incertidumbre y supe claramente que no le creía mucho a su madre, aquella pequeña era mucho más inteligente de lo normal y sabía que una simple inyección no bastaría, no aquella vez.

Apenas entramos realmente a los pasillos fuimos a la parte alta del lugar, ni siquiera teníamos que reportarnos, el doctor y la doctora de Camyl nos habían dicho que ella era la prioridad y que la atenderían a cualquier hora si la cuestión era delicada y en ese momento la cuestión lo era.

En las ultimas semanas la relación entre Luciana y Camyl había mejorada mucho pero mucho más, incluso Camyl ahora simplemente no podía mantenerse alejada de su madre, insistía que la acompañara a todas las citas de quimioterapia e incluso después de aquellas dolorosas secciones, ella le pedía a Luciana dormir con ella.

-No quiero ir allá – Dijo Camyl volteando hacia atrás y buscándome con su mirada clara -Papá no quiero ir allá.

-Debes ir, ya hablamos de ello, no lo haremos de nuevo-Dije más duro de lo que pretendía y ella alejó la mirada rápidamente, Luciana me envió una mirada llena de molestia y yo solo cerré la boca de nuevo.

Estaba llegando a mí limite, aquello era lo único que podía pensar mientras por fin llegábamos al consultorio, en un mes y medio ese jodido consultorio se había vuelto en un hogar tanto para mí como para Camyl y Luciana, aquello era desbastador, nuestra hija no estaba evolucionando con las terapias, mi hija no estaba recibiendo una donación, mi hija estaba cada vez más degastada y llena de moretones, mi hija no iba a estar bien...

-Brian, Luciana -Nos saludó la doctora de Camyl - ¿Cómo ha estado todo? -Preguntó y con solo dirigirle una mirada supo la respuesta -Hola mi pequeña muñeca -Dijo ella inclinándose frente a Camyl la cual le regaló una sonrisa temblorosa - ¿Cómo te has sentido hoy? -Quiso saber y mi corazón realmente se rompió cuando vi lagrimas en los ojos de mi pequeña.

-Me duele -Dijo ella suavemente y me miró como si tuviera miedo de que yo me molestara -Me duele la cabeza y todo -Terminó ella casi llorando y eso fue suficiente para mí, de verdad lo era.

-Está bien, todo se sentirá mejor en un rato amor -Mintió la doctora e incluso Camyl lo supo – Vamos a revisarte y de ahí partiremos -La doctora tomó a la pequeña de la mano y la llevó hasta el consultorio, Luciana entró con ella y yo me quedé en la parte de afuera del consultorio con el doctor, estaba tan lleno de miedo y dolor, que ni siquiera fui capaz de mirarlo a los ojos cuando habló.

-Lo siento mucho Brian -Dijo de repente él y eso fue suficiente para que mi cuerpo se tensará aún más, pensé seriamente que en cualquier momento me rompería – La terapia de remisión no esta funcionando, a pesar de que el efecto central es destruir las células cancerosas en el cuerpo de Camyl, nos hemos dado cuenta en estas últimas dos semanas después de haber sacado los análisis de sangre en las células afectadas, que la leucemia de Camyl se ha diagnosticado como una All refractaria... Lo que quiere decir que sin importar que tantos fármacos suministremos al cuerpo de la pequeña, su leucemia no quiere entrar en remisión.