CAPÍTULO 56.

18.9K 2.3K 1.3K
                                    

BRIAN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

BRIAN.

Estaba inconsciente o eso creía, sentía que estaba aferrado en alguna clase de sueño obligatorio del cual no podía despertar, pero entonces,  la cuestión era que tampoco quería hacerlo. No quería despertar nunca más. —Realmente quería estar sumergido por siempre en un sueño eterno —No estaba preparado para despertar y afrontarme a la cruel y dura realidad, una realidad en donde nunca más volvería a ver a mi Camyl, mi pequeña y hermosa hija, mi todo.

Papá, eres mi favorito. — Eso era algo que ella siempre me decía, era incluso su frase favorita. ¿Quién me lo diría ahora? ¿Quién estaría conmigo cuando todo mundo me diese la espalda? ¿Qué haría yo sin poder escuchar la constante voz de mi bebé?

Todas esas preguntas me estaban ahogando en lo profundo de la inconsciencia, sabía que no podría seguir delante, no importaba quien estuviese a mi lado para darme aliento y cariño, yo no quería a nada ni a nadie que no fuese mi pequeña hija de ojos azules.

Tú también eres mi favorita. —Siempre le decía yo a ella. —Serás mi favorita para siempre.

No mentí, yo más que nadie sabía que ser padre y madre no significaba amar, tenía jodidas pruebas de ello. —Nunca tuve realmente una familia— Pero yo podía asegurar que una gran parte de mí por no decir toda, siempre había amado y amaría hasta la muerte a mi pequeña y perfecta princesa.

No podía explicar el dolor tan tenaz que estaba sintiendo, aquello ni siquiera podía ser descrito como un dolor, ya que todo lo que duele al fin de cuentas termina por hacerlo, es algo prácticamente pasajero. Lo que yo estaba sintiendo era peor que un dolor normal y claramente sabía que no sería efímero, no habría nada ni nadie que lograra poder ayudarme a dejar de sentir aquello que me estaba consumiendo lentamente con el paso de las horas y los minutos.

Mi alma estaba desgarrada y mi corazón estaba incompleto.

—Te has llevado todo hija, con tu partida te has llevado todo, mi vida.

Había perdido a mi madre, a mi padre y a Brenda, estaba acostumbrado a las perdidas y giros bruscos y desolados del cruel destino. —El cual parecía odiarme fuertemente— Podía decir que estaba listo para todo, excepto para la partida de ella, de mi Camyl, mi luz y constante ayuda en un mundo que siempre me había despreciado y odiado en su máxima expresión.

No sé por cuanto tiempo más estuve aferrado a la inconsciencia, a los lejos escuché varias voces llamándome y sentí alguna clase de caricia en mi cabeza, pero, sin embargo, yo seguía aferrado al olvido, no quería despertar y tampoco quería abrir los ojos para ver un mundo en donde ya no me quedaba nada ni nadie.

Brenda.

Ella y nuestro bebé quedaban, ella era el amor de mi vida para toda la vida, pero nuestro amor ya no era suficiente para mí, ya no, no cuando estaba condenado a vivir en las sombras y recuerdos de mi pequeña niña.

El Arte De Amarnos. (Amores que curan # 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora