Capítulo 48.

17.4K 2.4K 1.8K
                                    

El corazón es un órgano grandioso destinado a funciones importantes como bobear sangre y mantenernos claramente vivos, de ahí dependemos, Sin embargo, siempre nos referimos a él como si fuese algo que se pudiera romper o marchitar, no va al caso, ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El corazón es un órgano grandioso destinado a funciones importantes como bobear sangre y mantenernos claramente vivos, de ahí dependemos, Sin embargo, siempre nos referimos a él como si fuese algo que se pudiera romper o marchitar, no va al caso, lo sé, alguna vez en el pasado mi padre me dijo que el corazón no siente, así que aquella afirmación que se suele decir cómo —Me duele el corazón, simplemente me siento rota— Es falsa, o al menos eso decía él, y por un momento en el pasado se lo creí, le creí el hecho de que científicamente el corazón no siente de verdad nuestros sentimientos, confusiones y afectaciones, pero... ¿Si eso es tan real? ¿Por qué verdaderamente yo me sentía con el corazón roto? ¿Por qué no podía mirar a Brian y a Camyl sin sentirme en dos?¿Por que no podía aguantar esas horribles ganas de llorar?

Puede que el corazón no sienta, la ciencia lo dice, pero yo, sin embargo, tenía mi corazón jodido y nadie podía discutírmelo.

Camyl me sonrió un poco cuando finalmente llegamos a la grande y hermosa casa de su padre, miré por la ventana y sentí nostalgia al recordar la última vez que había ido al lugar, antes, cuanto yo trabajaba para Brian, había días en donde tenía que venir hasta aquella hermosa casa a reunirme con él —Que momentos— Y cada que llegaba a este lugar, no podía evitar preguntarme como Brian había adquirido todo el dinero que ahora tenía, como había pasado de la absoluta pobreza — Sabía que él había vivido en las calles— A tener todo lo que deseaba, y por un momento —Varias veces la verdad— Me imaginaba a mi misma viviendo en aquel lugar tan grande y hermoso, aquello me hacía sentir culpable y no por el hecho de vivir en ese lugar, sino qué, me imaginaba viviendo feliz ahí con Brian y no con Jhon... Aquello había sido como una traición hacia mi esposo en ese tiempo.

—¿Tus maletas? — Me preguntó de repente Brian girándose para verme, yo iba a su lado en el copiloto, antes de que nos marcháramos del hospital, yo había tratado de cederle el puesto a Luciana, pero ella había declinado la oferta y prefirió irse en los puestos de atrás con una Camyl tranquila y con la enfermera.

—Ah, mis maletas...— Dije mirando aquellos ojos grises que me generaban tantas cosas, en ese mismo momento, dolor —Alguien ya se ocupó de ellas — Dije entre dientes, Brian estaba ocupado parqueando el auto en la entrada frontal de su gran casa, pero aun así se giró para mirarme de nuevo y enarcó una de sus cejas pobladas.

—¿Alguien? — Cuestionó suavemente.

Mierda, no quería decir simplemente que Andrew era quien estaba guardando mis maletas en su casa —Había llegado directo al hospital, así que no había tenido tiempo real para dejarlas en mi apartamento— La cosa era que no quería decir el nombre porque, a pesar de que entre Brian y yo no había nada, al menos no en ese instante, sabía que se pondría molesto con lo de Andrew, ya habíamos discutido por él una vez, además Brian era un hombre celoso por naturaleza —Desde pequeño lo había sido— Y no quería predisponer el momento.

No son nada Brenda, no son nada, no tienes por qué esconderle nada...

—Andrew me las está guardando — Dije al final, sin dejar de mirarme él asintió suavemente y después siguió en la tarea de parquear su auto, aquel silencio me confirmó que mi respuesta no le agradaba, aun así no dijo nada y se lo agradecí.

El Arte De Amarnos. (Amores que curan # 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora