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Alejandra.

Estábamos toda mi familia y yo cenando en mi casa, Nick le contaba a mi madre como le había ido en su primer día de trabajo, mientras que mis padres lo escuchaban con orgullo.

___¿Cariño estas bien?___dijo mi madre, no me había dado cuenta que estaba jugando con la comida, todas las miradas se posaron en mí.

___Si solo estaba pensando___ella asintió no muy convencida.

___¿Pensabas en la chica de esta tarde?___preguntó Nick a lo que asenti.

___¿Que chica?___preguntó mi padre dándole un sorbo a su copa de vino tinto.

___Esta tarde un chica de unos veinte años fue a mi despacho___ ellos me observaban con atención___me pidió que la ayudara.

___El cobarde de su marido la golpea___dijo Nick enojado.

___Se veía tan desesperada, me dio mucha pena___dije metiendo un trozo de pescado en la boca.

___Oh cielo que pena con esa chica, pobre___dijo mi madre con una mano en su pecho___pero debes tener cuidado___la miré con el ceño fruncido.

___Sí cariño tu madre tiene razón ___la apoyó mi padre___el último caso que tuviste sobre maltrato a la mujer te afectó mucho___me miró preocupado.

___Es normal que me afecte padre, yo también soy mujer___ dije dejando el cubierto en el plato___y es por eso que no permitiré ver como le hacen daño a esa chica o a otra mujer y yo quedarme de brazos cruzados, pero no se preocupen estaré bien___ ellos asintieron y seguimos comiendo.

Después de la cena subí a mi habitación, estaba recostada en el espaldar de mi cama con mi laptop en mi regazo.

Buscaba información acerca de Víctor Gonzales, el esposo de Clara. Al parecer trabajaba como mecánico en un taller de reparaciones de auto. Anoté la dirección en mi teléfono, un bostezo se me escapó. Cerré la laptop y me acomode en mi cama, el teléfono vibró en mi mesita de noche, lo tomé era un mensaje de Gustavo.

Gustavo

Hoy no te pude ver princesa, tuve una importante reunión en las afueras de la ciudad.

Acabo de llegar y quería darte las buenas noches antes de dormir.

Buenas noches mi princesa te amo.

De seguro su reunión fuera de la ciudad era algo ilegal, ¿cómo pude convivir con un mafioso por tres años y no darme cuenta?

Alejandra.

Buenas noches a ti también. Te amo.

Apagué la luz y me acomode entre las sábanas.

(......)

Bip bip bip, apagué el despertador, me recogí el cabello en un moño y me dirigí al baño.

Luego de haber hecho mis necesidades, y de haberme dado una ducha, me vestí para ir a trabajar.

Luego de haber hecho mis necesidades, y de haberme dado una ducha, me vestí para ir a trabajar

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