Capítulo 6

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- Lo del gato fue fabuloso ¿Cómo se te ocurrió algo tan rápido? – suelto un grito y abro los ojos, Alek está frente a mí – Perdona, he hecho un viaje de oscuridad, son muy comunes en los demonios.

- ¿Por qué he querido comerme a Jasper?

- Esa fue tu parte demonio, como ha despertado por completo tienes hambre – me lanza una paleta – Cómetela, te ayudará – hago lo que me dice – Los demonios se alimentan de almas, tú al tener tus poderes retenidos nunca tuviste la necesidad de hacerlo, hasta ahora – hace una pausa – Esas paletas son de almas, los demonios que preferimos no matar a los humanos innecesariamente las comemos – dejo de comer la paleta – Tranquila, la persona ya había muerto para hacer esa paleta, no he matado a nadie – sigo comiendo.

- Pero tú comiste comida humana en la casa de Myrna.

- Puedo comerla, pero no siento el sabor y tampoco me satisface.

- Entiendo. Espera, si soy mitad ángel significa que no tengo que alimentarme todo el tiempo de almas ¿verdad?

- Eso es correcto, si en un día yo me como alrededor de cinco paletas tú te comes unas dos – sonrío – Yo te voy a enseñar todo sobre los demonios, como controlarte, como volar y todas esas cosas.

- Gracias, pero ¿cómo haré con mi parte ángel?

- Pues tendremos que improvisar – guarda silencio por un momento – Aunque ahora que recuerdo, tu madre debió dejar algo tus padres adoptivos, ella me había mencionado algo sobre un cofre, baúl, algo así.

- ¿Baúl? Mis padres han dejado uno en mi habitación por mi cumpleaños.

- ¡Estupendo! ¿Qué tiene adentro?

- No lo he abierto, no me he sentido lista para hacerlo – bajo la cabeza.

- Eso es comprensible – se acerca a mí y lo vuelvo a ver a los ojos - ¿Quieres que lo hagamos juntos? Tal vez te ayude a hacerlo – asiento – Vamos.

Caminé hacia mi habitación con Alek a mis espaldas quien iba prendiendo todas las luces en nuestro camino con la excusa de que así evitábamos que algún demonio hiciera un viaje de oscuridad. Al llegar a mi habitación quité la carta y el regalo de Henry del baúl y los coloqué sobre la cama, luego me senté en el suelo para abrirlo, pero me di cuenta que tiene una cerradura.

- ¿Tienes alguna llave? – pregunto y niega, tomo el sobre de la cama y al abrirlo veo una llave plateada – Bingo – le enseño la llave a Alek y abro el baúl.

Lo que logro ver por encima es un libro negro, un álbum de fotos, un chuchillo, una espada, un libro blanco, dos dijes, uno con alas de ángel y otro con alas de demonio, parece que debajo de todo eso hay ropa, pero no estoy segura, también hay una pluma blanca, muy parecida a las de mi ala, hay una funda de daga que lo más seguro contenga una, hay lo que parece ser zapatos y lo que parece ser un tipo de esfera blanca.

- Tremendo regalo – dice Alek – Mi madre solo me dio un cuchillo.

- La tuya pasó contigo toda tu vida, la mía me ha dejado en adopción – lo vuelvo a ver – Supongo que el libro blanco debe ser las instrucciones de mi parte ángel ¿no?

- Supongo, la verdad es que yo no sabía ni lo que tenía.

Tomo los libros y los coloco sobre la cama, luego tomo la esfera y esta suelta un brillo provocando que la suelte del susto, por suerte no se rompe al caer en el suelo así que la vuelvo a levantar y de ella comienza a salir una voz femenina.

- Felices dieciocho mi amor – dice la voz – Si estás oyendo esto significa que mi hechizo ha tenido éxito y has logrado llevar una vida normal hasta ahora o eso esperaría. Voy a explicarte todo lo que ha pasado y el por qué te he tenido que dejar con humanos – hace una pequeña pausa – Hace veinticinco años conocí a tu padre, Ethan, lo había encontrado muy herido en un bosque, así que decidí ayudarlo y lo llevé a una cueva que había cerca y atendí sus heridas. Para cuando se despertó recuerdo que sacó su espada y me hizo un ligero corte en la mejilla, pero no lo culpo, yo era su enemiga y definitivamente no estás acostumbrado a que tu enemigo te ayude a sanar, pero como estaba muy herido no podía levantarse así que con mucho cuidado le quité su espada y le expliqué que solo lo estaba ayudando.

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