Al terminar por completo nuestro día lectivo mi vendaje de la pierna estaba manchado con sangre así que Jasper me llevó a su casa y atendió mi herida, pero al ver que era de lado a lado empezó a decir que debía ir a un hospital, yo le dije que no era necesario, pero él siguió insistiendo.
- De verdad, no es necesario ir a un hospital – digo por milésima vez.
- ¿Por qué no quieres ir?
- ¿Por qué te preocupas tanto por mí? – nuestras miradas se conectaron mientras buscábamos la respuesta a nuestra pregunta, pero creo que ninguno la ha conseguido.
- ¿De verdad quieres saber por qué? – pregunta después de unos minutos.
- Sí – me levanto de su cama para no tener que alzar tanto la cabeza – Quiero que me digas la razón por la que haces todo esto por mí, la razón de que te preocupes tanto por mí.
- Por esto – me toma de la cintura y me lleva a su cuerpo para después besarme.
Al principio me quedé paralizada por la impresión, pero en el momento en que él atrapó mi labio entre los suyos reaccioné y le seguí el beso, lo cual me ha costado un poco porque, a diferencia de él, soy nueva en esto. Cuando nos separamos él me soltó la cintura, pero nuestras miradas no se separaron por unos minutos en los que guardamos silencio.
- ¿Por qué yo? – pregunto ya después de ver que el ambiente se estaba poniendo incómodo.
- ¿Por qué tú? ¿Hablas en serio? – ríe – Eres una chica increíble y si a eso le agregamos lo bella que eres, cualquier hombre se moriría por tenerte, muchos en el instituto tienen los ojos puestos en ti.
- Creí que pensabas que era fea.
- ¿Qué? No, solo quería molestarte un poco, me gusta verte enojada.
- Espera que te ponga en tu lugar, ya veremos si sigues pensando que me veo hermosa cuando me enojo – sonríe con burla.
- No es por nada, pero eres malísima para dar un golpe.
- Espera para que veas, he mejorado – ríe.
- Aunque te hagas una luchadora profesional no serías capaz de pegarme.
- ¿Por qué estás tan seguro?
- Porque te conozco y sé que no me lastimarías – no respondo.
- Ya verás que un día de estos lograré darte un golpe – ríe.
- Como digas, pero por ahora es mejor que descanses un poco – eso hace que recuerde mi trabajo.
- ¿Qué hora es? Entro a trabajar a las seis.
- ¿Piensas ir así? – asiento - ¿Estás loca? Te volverá a sangrar la herida.
- Solo han pasado dos días desde que me contrataron, me pueden despedir por no ir.
- Bien, vamos, ya casi vas a entrar.
- Tengo que cambiarme – él sale de la habitación y saco mi uniforme para cambiarme.
Cuando me cambio guardo mi uniforme del instituto en mi mochila y salgo de la habitación para que así Jasper me deje en la cafetería prometiendo que regresaría para recogerme. Cuando se fue entré y saludé a las chicas que estaban trabajando, ellas al verme se preocuparon, pero yo les dije que estaba bien, luego pasé a la zona de los casilleros donde al saludar a George él me hizo un interrogatorio por mi herida.
- Atender una granja sola es una tarea difícil y algo peligrosa al parecer – fue lo que respondí – Pero no debe preocuparse, trabajaré tan bien como lo he hecho hasta ahora, no lo voy a defraudar.
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¿Quién soy yo?
FantasyTras la muerte de su familia Yelina empieza a vivir de una manera totalmente diferente, llena de peligro y nuevas aventuras donde, además de tener que aceptar que en el mundo existen los demonios y los ángeles, se verá obligada a escoger un bando pa...