Capítulo 17

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El timbre que indica la hora de almuerzo se hace presente y me dirijo con los chicos al comedor, pero antes de llegar debo ir al baño así que les digo que se adelanten y me dirijo al baño más cercano. Claro que Alek me sigue tal y como me lo ha dicho anteriormente así que cuando llego al baño me detengo y volteo a verlo.

- ¿Me vas a seguir ahí adentro? – pregunto mirándolo a los ojos.

- No, esperaré aquí afuera.

- Eso pensé – entro al baño.

Está algo oscuro debido a que está lloviendo como nunca y por lo tanto no le entra casi nada de claridad.

- Oye niña – escucho que susurra un hombre desde uno de los baños – Niña – su voz hace que se ponga la piel de gallina, pero decido revisar el baño.

Una mano sale de las sombras y me toma del cuello para pegarme contra la pared del baño, el hombre termina de salir de las sombras y mientras me sonríe apreta más el agarre de mi cuello y saca una daga de su capucha negra, sin pensarlo dos veces le doy una patada en su entrepierna seguido de un rodillazo en su estómago y salgo corriendo mientras grito el nombre de Alek. Al llegar afuera Alek me toma entre sus brazos evitando que yo siga corriendo.

- Apareció entre las sombras, tenía una daga – digo desesperada y con lágrimas en los ojos.

En eso recuerdo que me encuentro en el instituto y me separo de golpe de él, todos me miran y murmuran, tal y como lo habían hecho hace un año cuando escuché las voces en las sombras. El corazón comienza a latirme con fuerza y Alek me toma de la mano y comienza a llevarme lejos de ahí, pero no presto atención a donde me lleva, por mi mente pasa la sonrisa de ese hombre, la mirada de todos cuando salí del baño y la daga que iba a mi corazón.

- Súbete – dice, me ha llevado al estacionamiento.

- No podemos irnos sin avisarle a los chicos.

- Luego le mandas un mensaje o lo llamas.

- Nos vamos a mojar.

- En este momento lo menos que debería importante es eso – sube a la motocicleta – Sube de una vez – me subo y él arranca.

Apenas salimos del estacionamiento quedamos completamente mojados por la lluvia, pero como ha dicho Alek, es lo menos que debería preocuparme, después de todo casi pierdo mi vida en el baño, lo que significa que me equivocaba con respecto a que no me iban atacar en el instituto por estar rodeado de humanos, creo que eso es lo que menos le importan.

- ¿Por qué me han atacado en el instituto? Pensé que por estar rodeada de humanos no lo harían – digo en cuanto llegamos a casa.

- A ellos lo menos que le importan son los humanos, solo deben comer el alma de los testigos y ya – hago entrar a la casa, pero me detiene – Entraré yo primero y tú irás detrás de mí, si te digo corres quiero que lo hagas ¿entendiste?

- Bien – le entrego las llaves y él abre la casa.

Caminamos bien atentos a nuestro alrededor y conforme avanzábamos íbamos prendiendo las luces para evitar la oscuridad. Luego de recorrer toda la casa me fui a cambiar de ropa y saqué todas mis cosas de la mochila que por suerte no se mojaron porque mi mochila es impermeable, lo que agradezco rotundamente en este momento. Después de eso tomo mi teléfono y le escribo un mensaje a Jasper explicando lo que había pasado.

- Creo que voy a tener que enseñar cómo detectar a un ángel, un demonio y un hunal – dice Alek mientras se quita su camisa mojada.

- Primero cámbiate el pantalón o te resfriarás.

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