Después de quedarme un tiempo a solas en mi habitación decidí abrir mi puerta y Jasper entró, pero al ver que no quería hablar solo se dedicó a abrazarme y mimarme, cosa que me pareció de lo más lindo.
Con forme pasó el tiempo Alek me entrenó para escuchar los pasos de algún demonio o hunal, primero sin ruido y luego con ruido, ellos se dedicaban a golpear ollas y sartenes mientras avanzaban y yo tenía que adivinar quién era el que se acercaba a mí, hicimos eso hasta que la alarma que había puesto para alistarme e ir al trabajo sonó.
Después de haber tenido una noche movida en el trabajo regresamos a casa tranquilamente y mientras Jasper dormía, Alek y yo nos dedicamos a entrenar con unas batallas con armas y otras sin armas, el primero en acertar un golpe ganaba. En resumen, fue una noche tranquila y merecedora, sin ataques de parte de los ángeles o de parte de los demonios, cosa que agradecía mucho ya que los chicos se merecían un descanso y yo no tenía muchas ganas de luchar para poder conservarme con vida, una cosa es entrenar y otra cosa es luchar para matar a tu rival y sobrevivir.
- Después de que haya decidido por completo qué ser ¿te irás? – pregunto en cuanto decidimos tomar un descanso de nuestro entrenamiento.
- Aún no lo sé, supongo que si quitan la orden de matarte me iré – me mira a los ojos – Así podrás tener una vida normal con Jasper.
- Sabes bien que no será tan normal – sonríe - ¿Y qué harás?
- Regresaré a mi casa y volveré a vivir como antes.
- ¿Cómo solías vivir?
- Solo, pensando en la mujer que amo.
- Oh, eso suena interesante ¿es un demonio?
- Si, ella era un demonio.
- ¿Era? ¿Qué pasó?
- Pues la mataron, antes de que pudiera decirle lo que realmente sentía ella fue asesinada – su sonrisa se esfuma.
- Perdona.
- No importa, ya lo superé – la alarma que me indica que debo atender la granja suena y él se levanta para extenderme su mano, la tomo – Te voy a dar una advertencia, solo no lo tomes a mal – asiento – Jasper va a morir en algún momento, él envejecerá y morirá como todo humano mientras tú conservarás la apariencia de una chica de dieciocho años – hace una pausa – Solo te lo digo para que lo tengas en mente y te prepares para lo que viene si lo que deseas es vivir tu vida junto al resto que le queda a él.
- Gracias – trato de no sonar muy desanimada, pero no funciona.
A paso lento atiendo la granja mientras pienso en lo que Alek me ha dicho, la verdad es que nunca me había puesto a pensar en ello y ahora que él me lo dijo siento que mis ánimos volvieron a decaer y no lo culpo, él solo quiere advertirme y mantenerme preparada para el futuro. Al terminar de atender la granja preparé el desayuno y desperté a Jasper, este me alegó porque era muy temprano lo que hizo que riera un poco, se me había olvidado revisar la hora, en fin, desayunamos y me comí una paleta para así comenzar a preparar las cosas para salir a vender todo lo que tenía.
- ¿Quién conduce? – pregunta Jasper ayudándome a cargar las cosas a la camioneta.
- Tú lo harás, yo aún no tengo licencia y Alek irá en el cajón o
- Yo conduzco – se apresura a decir antes de que termine de hablar lo que provoca que ría – Que mi relación con él haya mejorado no significa que voy a permitir que me quite la oportunidad de ir a solas contigo.
- Igualmente nosotros pasamos todas las noches a solas – dice Alek subiendo al cajón.
- No volveré a dormir – sentencia Jasper subiendo a la camioneta, miro a Alek de una manera amenazante.
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¿Quién soy yo?
FantasyTras la muerte de su familia Yelina empieza a vivir de una manera totalmente diferente, llena de peligro y nuevas aventuras donde, además de tener que aceptar que en el mundo existen los demonios y los ángeles, se verá obligada a escoger un bando pa...