𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 4

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El aliento agitado y frío de ambos golpeaba su pecho con fuerza. Después de que bajaron de la motocicleta habían corrido a toda velocidad a la entrada del hospital, una vez que entraron y lograron llegar a la recepción pidieron información.

                   
—Deben esperar un poco para ver al señor Jung, en este momento le están haciendo unos estudios, así que por favor si desean pasar a la sala de espera. —Dijo la enfermera que los había atendido.

                   
Johnny y Doyoung obedecieron y se sentaron en los sillones de la sala, intentando normalizar su respiración, quizá correr había sido exageración, debieron suponer que no los dejarían entrar a la primera.

                   
—Es un maldito desgraciado. —Murmuró entre dientes y con algo de rencor Seo, llamando la atención de Dodo, estaba molesto, eso era obvio. —Le dije que no fuera a trabajar…pero…siempre es tan necio. —Ahora el pelinegro tomó su cabeza entre sus manos. —En cuanto lo vea le voy a…

                   
— ¡Señor gerente! —Dijo un poco asustado el inocente de Doyoung, pues el tono y las amenazas de Seo comenzaban a causarle nerviosismo en si haría algo malo o no. —Yo…creo que…—Ahora no sabía que decir, ya que tenía la mirada de John sobre él. —No creo que sea conveniente recriminar al señor Jung, fue un accidente, además creo que el que este bien es muy bueno. —Comentó un poco incómodo bajo la mirada inquisidora de Seo, es por eso que paseaba sus ojos marrones por toda la estancia, buscando algo en donde centrarlos.

                   
Al ver esto, Seo sonrió y se tranquilizó.

                   
—Tienes mucha razón, Dodo, el que Jaehyun este bien es algo que debo agradecer. Lo más conveniente es asegurarme de su estado y quizá ya que se recupere hablar con él al respecto. —Ahora Johnny hablaba como toda una madre preocupada, lo que causo un poco de gracia en el chico que tenía de frente al él. El pelinegro iba a decir algo más, pero una enfermera apareció ante ellos.

                   
— ¿Familiares del señor Jung? —Preguntó con amabilidad pero notablemente cansada, ya que las jornadas en un hospital siempre eran muy largas. Los dos chicos sólo asintieron atentos. —Pueden pasar a verle, habitación de urgencias— Dijo retirándose con una sonrisa.

                   
Ambos se pusieron de pie y comenzaron a buscar la habitación, no tardaron más de tres minutos en encontrar la habitación con el letrero que decía “Urgencias” con letras grandes y rojas.

                   
—Asegúrese de mantenerse calmado. —Murmuró Dodo con tono bajito, Seo se preguntó del porque su voz, sonaba baja y un poco forzada.

                   
Ambos muchachos pasaron por la entrada y vieron varias cortinas azules, algunas abiertas, otras no.

                   
Había mucha gente, pero entre tanto bullicio notaron una cabellera Verde, era Jaehyun que reposaba sentado en una camilla con la mirada perdida en la cortina azul.

                   
De inmediato Seo y Doyoung apresuraron su paso hasta llegar a la camilla en donde estaba el chico de cabello verde.

                   
—Ah…son ustedes. —Dijo con voz cansada YoonOh, al notar la presencia de aquellos dos.

                   
— ¡Idiota! —El grito resonó por toda la estancia, atrayendo la atención de muchos, e incluso la atención de YoonOh, quien le miraba extrañado y quizá un poco molesto. — ¿Cómo te atreviste a manejar así? ¡Eres un idiota! Pudiste herirte. Y todo lo que puedes decir es un “ah, son ustedes” —Ahora su respiración era acelerada y pesada.

Café - Jaedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora