𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 9

750 100 21
                                    

1/3

Aclaración, en medio de esto "***" se narra un recuerdo...

                   
.

                   
.

                   
.

El ajetreo ruidoso de una máquina y el olor a multitud reinaba en ese estrecho lugar. ¿Cómo era que subían a tantas personas en un solo vagón? Eso no estaba bien, ya sentía que el aire me faltaba.

Había mucha gente ahí, incluso Doyoung y yo estábamos de pie, en apenas un pequeño rincón al lado de una de las ventanillas falsas, pues no se abrían, había más personas también de pie. Con cada curva o freno que debía hacer el tren, la gente se arremolinaba más y me empujaban. Doyoung permanecía frente a mí, recargado en la ventanilla, mirándome.

Yo había puesto mis brazos a cada lado de su cabeza, así podía evitar que lo aplastaran, o que yo terminara aplastándolo de igual manera.

“Doyoung parece tan débil”

Toda la gente se movía y terminé aún más cerca del menor, quien sólo sonrió apenado, al notar lo que yo hacía por él.

Le miré fijamente, sin que este se percatara, pues miraba a unos niños que reían. Apenas y podía ver sus ojos, pues su cabello castaño se extendía como una cortina sobre estos. No pude evitar sonreír al ver nuevamente su gorrito de colores, si será estúpido.

— ¿De dónde sacas tantos gorros, Doyoung? —No pude evitar preguntar, imaginando una colección de todos ellos.

Él me miró y sonrió.

—La mayoría los he hecho yo. —Dijo orgulloso de si, sonriendo con superioridad. —Hace algunos años la señora Yeon me enseñó a hacerlos, desde entonces me ha gustado hacerlos. — Me explicó con una sonrisa de lo más amable, su mirada se dirigió a los pequeños niños otra vez.

No pude evitar no voltear a mirar esta vez.
Un niño y una niña que reían felizmente, al parecer se reían de un señor que dormía a un lado de ellos… a pesar de que su madre les decía que guardaran silencio, ellos seguían riendo. Eran muy pequeños, quizá unos 4 o 5 años, no más.

— ¿Tienes hermanos, Doyoung? —Pregunté ante su mirada anhelante. Al parecer con la multitud me salía lo hablador.

Doyoung negó con la cabeza.

—Me hubiese gustado… ¿Y tú, Hyung? —Sentí un apretón en el estómago.

Eso me pasaba por hablador.

—Sí, una hermana mayor. —Comenté restándole importancia al asunto, y así disminuir la curiosidad de Doyoung.

Hablar de mi hermana no era precisamente mi tema favorito, rara vez hablaba de ello, incluso sólo Johnny sabía de ella, pues la llegó a conocer antes de que…

Miré al mi alrededor, toda la gente se miraba indiferente y algunas irritadas por la aglomeración. Me pregunté si de verdad no lo percibían.

—Doyoung… ¿De verdad no usas algún tipo de perfume con olor a café? —No estuve seguro si ya lo había preguntado antes, pero lo había pensado.

Doyoung me miró curioso y se quedó pensativo, poco después negó extrañado.

—No, Hyung. ¿Por qué? —Preguntó mirándome.

—Cada vez que estoy cerca de ti…percibo un olor a café, sólo en ti…y todo lo que tocas. —Doyoung sonrió, pero poco después pareció meditar.

Café - Jaedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora