Café - Jaedo

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 8

—Shh~ Te va a escuchar —Oí susurrar a Doyoung, intentando hacer la voz lo más bajita que podía .

                       
Concentré más la mirada en el televisor. No supe cómo ni cuándo, pero Doyoung parecía huésped de mi apartamento, últimamente se había hecho muy amigo de Haechan, se habían vuelto muy cercanos.

                   
Era un sábado por la tarde, al parecer Doyoung no trabajaba y Hyuck…él era un flojo. Me encontraba sentado en el sofá, en mi lugar de siempre, frente al televisor. Doyoung  y Haechan se habían sentado a un lado de mí, no paso mucho para que comenzaran con sus habituales murmullos y secreteos molestos, a los cuales ya me había acostumbrado, o al menos lo intentaba.

                   
“¿Qué tanto se dicen?”

                   
No era como si me importará, quería creer. Pero era tan molesto escucharlos murmurar cosas y a la vez no poder escuchar. De algo estaba seguro, era algo que yo no debía saber. Colmaban mi paciencia.

                   
— ¡Yai!~ Hyuck…—Dijo entre risas Doyoung, dándole un golpecito en el hombro a Hyuck. Parecían enamorados…

                   
“Enamorados”

                   
Acaso Doyoung y Haechan eran… ¿Pareja?

                   
¡No! Imposible, había visto a Hyuck con más de una chica…no pudo cambiar tan fácil de opinión, aunque Doyoung parecía mujer pero… ¡no es lo mismo!

                   
“¿Qué estoy haciendo?”

                   
Intenté mantener la calma, pensar cosas tontas no era propio de mí.

                   
Intenté nuevamente concentrar mi atención en la televisión, en aquel programa que no tenía ni idea de que trataba. Últimamente todos los días eran iguales, Doyoung venía muy seguido al departamento a conversar con Hyuck, incluso a veces llegaban juntos. Seo salía muy seguido con Taeyong, al parecer estaban buscando novia, y se lo tomaban muy en serio.

                   
—Ya debo irme, Hyung. Nos vemos mañana, Haechan. — Doyoung se puso de pie, despidiéndose animadamente. Tomó su mochila con fuerza y se puso su abrigo azul, acomodando bien su gorrito de lana de un azul más claro. Doyoung casi siempre vestía tan simple…pero parecía destacar entre los demás.

                   
Me miró fijamente, cruzando nuestras miradas. Me sentí avergonzado de que notara que lo miraba. Él sonrió amablemente y se marchó.

                   
Llevé una de mis manos a mi rostro, mi apartamento olía a café…

                   
— ¿Es lindo no? —Hyuck me hizo verle a la cara.

                   
— ¿El qué? —Pregunté alarmado, claramente manteniendo mi tono simple y semblante frío.

                   
—Ya sabes, Dodo. —Sonrió.

                   
No podía ser cierto…de verdad eran algo…

                   
Quizás a Hyuck le gustaba Doyoung.

                   
No supe muy bien que fue lo que sentí, fue esa sensación al sentir agua fría sobre ti combinada con la sensación de caer de un precipicio, la adrenalina. Sentí que algo me abandonaba.