𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 7

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Yoon….Oh. Yoon…

                   
Yoon…Yoon

                   
Abrí los ojos de una sola vez, la penetrante y molesta luz que entraba por la ventana hizo arder mis pupilas, obligándome a cerrar los ojos de inmediato.

                  
—YoonOh…—Esta vez fui capaz de detectar esa voz. Una vez más lo intenté, y logré abrir un poco mis ojos. Era Seo.

                   
Él sonrió.

                   
—Veo que es totalmente nuevo para ti desvelarte, Jaehyun. — Caminó hacía la ventana y cerró un poco las cortinas, obscureciendo la habitación. Me incorporé con lentitud. Estaba en mi habitación. Me senté mirando mí alrededor.

                   
—… ¿Doyoung? —Murmuré con voz rasposa y seca.

                   
—Tae se lo ha llevado desde anoche. —Dijo desde algún extremo de la habitación Haechan.

                   
—No iba a arriesgar al pequeño Dodo para que le hicieras alguna perversidad. —Su risa me taladró la cabeza.

                   
—Definitivamente no estás acostumbrado a desvelarte, sino te conociera juraría que tienes resaca. —Johnny estaba nuevamente a mi lado. Ambos estaban recién bañados y listos para salir, a juzgar por su aspecto.

                   
—… ¿Qué hora es? —Por fin mi cabeza me dio algo más que dolor.

                   
—Las once y cuarto.

                   
— ¡¿Qué?! …—Otra punzada más de dolor que me obligó a callar de inmediato. —…La… ¿Y la cafetería…? —Intenté concentrarme muy bien en lo que quería decir.

                   
—No te preocupes, Hyuck y yo ya nos vamos. Si quieres no vayas, no luces bien. —Dijo un poco preocupado Seo, rara vez me veían en ese tipo de estados. —No mueras. —Dijo saliendo de mi habitación, siendo seguido por Hyuck.

                   
Me recosté nuevamente, escuchando el sonido de la puerta del apartamento cerrarse. Todo se quedó en silencio…todo excepto mi mente.

                   
Los recuerdos de la noche anterior vinieron a mí…desde la música hasta el silencio que dejo Doyoung después de decir “aquello”

                   
¿Realmente era homosexual?...o una simple perturbación por la primera experiencia con el alcohol…?

                   
Miré el techo blanco con atención…era como un blanco infinito. Suspiré, me dolía la cabeza y me sentía levemente mareado. Romper mi rutina de sueño de repente no fue lo mejor para mí.

                   
Me forcé a ponerme de pie, descubrí que el cuerpo me dolía. Me arrastré hasta la ducha, el agua caliente me relajaría un poco…y suplantaría mis pensamientos un rato.

                   

                   
¿Cómo enfrentar a Doyoung?

                   
Ahora me encontraba estacionando mi auto justo frente a la cafetería. Ya estaba aseado y con un mejor aspecto, pero mi mente era un caos total y lo que más me irritaba era la “causa”.

Café - Jaedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora