APEX LEGENDS, Soy una de ellos, una leyenda. (Crypto x Wattson)

Nessie

Un largo mes pasó, Natalie había conseguido tener la confianza de Wraith. Al menos dos veces por semana veían una película de horror y gore, a veces tenían compañía, pues las películas que disfrutaban no eran nada que los demás disfrutaran sin sentir náuseas o estar asqueados. Las noches que Natalie no estaba con Wraith, las pasaba con Crypto con quién había continuado teniendo sus reuniones especiales en cualquier lugar de la nave. Sin embargo no era el único motivo de sus encuentros, solían encontrarse tarde en la noche en la cocina, mientras disfrutaban del café favorito de él, que ahora ella había aprendido a hacer.
Octane por su parte se había vuelto aún más celoso, no quería que Natalie la pasara con nadie más que con él, lo que había generado discusiones entre ambos, pues, ¿¡quién era él para prohibirle con quién estar!? Ambos se habían distanciado el uno del otro ya que Natalie quería entablar relaciones más profundas con los demás y Octane solo la quería para él, sabía que no conseguiría tenerla para sí, así que decidió alejarse pues entendía que no era sano lo que estaba haciendo, así sus sentimientos dijesen que era lo correcto.

Hoy, empezaba la semana, la coreografía matutina acababa de empezar, las leyendas se disponían a comenzar un nuevo día pero habían dos que no estaban preparados para ello.

Natalie despertaba con un incesante movimiento. Su hombro era llevado adelante y atrás con ligera brusquedad.

- Ya ya, Qu'est-ce qui se passe?! (Qué sucede?!)

- Natalie, que otra vez te quedaste dormida antes de irte!

- No estoy dormida =w=

- PAQUETTE! TIENES BABA SECA EN LA MEJILLA.

Ella abrió los ojos, con actitud serena. Vió al ojirazgado con su torso desnudo, el resto de él estaba oculto por la misma cobija que la abrigaba a ella. Subió la mirada y se encontró con un Crypto enojado, una cara habitual para ella.

- Votre précieux visage ne se repose pas de votre mauvaise humeur. (Tu precioso rostro no descansa de tu mal humor)

- Natalie! Ya se despertaron los primeros!

- Pardon?! (Perdón??) Fui acaso yo la que envió un dron a la mitad de la noche a abrir mi puerta sin permiso y a mostrarme un texto irresistible para venir a esta habitación!?

- Te pareció irresistible?
El ojirazgado recordó el texto que le escribió anoche a la dama, en un papel pegado a la parte inferior de Mark II. Hizo un gesto de autosuficiencia, sintiendo que aún no había perdido el toque.

- Bueno, como sea. Ayudame a salir.

Le ordenó la ojiazul al ojirazgado, mientras se retiraba las sábanas y se incorporaba.

- Esta vez no sé como safarte de esta, tampoco quiero.

- Pues ya vas a pensar en algo, por que si alguien se entera nuestro acuerdo se rompe.

Le hizo cara de falsa tristeza, casi obligándolo a hacer algo.

- Bien, ya sé que hacer.

Se levantó, sentó en su escritorio, prendió las tres pantallas y abrió un programa que mostraba las cámaras en los pasillos y espacios de ocio.
Wattson, incrédula se acercó al muchacho, fijando su cara a los monitores dónde se veía a tiempo real todos los espacios que ellos habitaban.

- Dime... Dime que esto es obra tuya y no de los directivos...

- Paquette, ¿crees que estaría tan tranquilo follandote en todos los rincones de la nave si supiese de esto?

- Entonces... Si es tuyo... ¡ESTÁS MÁS PERVERTIDO DE LO QUE CREÍA!

La rubia enojada le daba golpes en la cabeza y la espalda.