Capítulo 23

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—Me gustaría que mamá estuviera sentada con nosotros también.— Comenta TaeHyung cabizbajo.

Jungkook estira su mano para acariciar su mejilla y le sonríe con un poco ee tristeza.

—Tu madre vendrá en un segundo.— Le confirma su padre caminando hacia ellos, aún con el whisky en su mano, probablemente la segunda o tercera ronda.

—Gracias papá.—El alfa menor solo paciente continua viendo todo. Manteniendo un perfil bajo y manteniéndose brindando confianza a su omega.

—Entonces díganme, ¿que están buscando aquí? Necesitan un nuevo lugar para vivir, ¿no es así?

—No, papá.—Dice firme.—No es eso.

—Continuas con el mismo alfa, y vuelves a nosotros. Necesitas algo.

Jungkook respira para mantenerse calmado.

La personalidad del alfa lo es, calmada. Tranquila, suave.

Y sin embargo, las faltas de respeto hacia su persona, y aún más, hacia su omega, lo exasperan, lo enojan.

Y Taehyung lo siente.
Siente a su alfa intranquilo en su interior, por lo que toma su mano para calmarse mutuamente.

—Señor, nos encargamos perfectamente de no necesitar nada, mi omega no necesita nada de ustedes.

El señor Kim se ríe. Una risa que suena sarcástica y a la vez real.

—"Tu omega".—Repite lento y con burla.—Continuas diciéndolo así.

—¿Como más lo va a decir?.—Le advierte TaeHyung.

Todos se quedan callados cuando ven a la señora Kim caminar hacia ellos.

Tan altanera como siempre, una caminata rápida y se sienta frente a ellos, junto al alfa mayor.

—¿Que decían?.— Pregunta en un intento de lucir cortés.  Con esa sonrisa sarcástica que combina tan bien con la personalidad de su marido.—¿te escuché decir "tu omega"?.— se ríe también.— La última vez que estuvieron aquí, era mío.— le dice.— A fin de cuentas aún eres mi hijo. Mi primogénito omega.— y después, en voz más baja.— el que debe casarse con un alfa digno.

—Y eso haré.—Les dice firme.—A eso venimos.

—¿Disculpa?

Jungkook por su parte, porta una sonrisa sincera, mientras fina sus ojos en su prometido.

Siempre en él, sus ojos están siempre en él.

Tan sinceros y felices, orgullosos y brillantes.

Taehyung voltea a verlo también, y se sonríen, y Jungkook sabe que le toca a él hablar.

—Señor y señora Kim. Sé que Taehyung no necesita su permiso, pero mi precioso omega es muy tradicional.

Mientras hablaba no dejaba de ver a su omega con una sonrisa.

Los padres de su novio en cambio... una situación complicada.

—Y vengo a pedirles, o más bien informarles, que tengo la mano de mi prometido junto a las mías, y no lo voy a dejar ir.

Taehyung está más que feliz, y ve como alfa le desliza un muy fino anillo a su dedo.

Aquel fino anillo que sabe no es costoso en realidad, y no podría importarle menos, es realmente precioso para el, cualquiera lo sería si viene de Jungkook.

Taehyung se encarga de abrazar al alfa y de sonreír feliz.

Su padre está serio, pero puede ver que en sus ojos no hay enojo, tal vez está ligeramente divertido.

En cambio su madre, está furiosa, el enojo se nota a través de su mirada sin emociones. Y solo se levanta.

A Taehyung le sorprende, que realmente esa mirada no le rompe el corazón.

—Si la decisión está tomada, yo no tengo nada que hacer aquí.— Les dice al retirarse.

—Madre. Vinimos a invitarlos, es una pequeña ceremonia pero... queríamos invitarnos.

—Yo ya hablé, Taehyung.  Me voy.

Y no la detiene.

—Papá...—Empieza a hablar.

Jungkook saca la invitación, aquella hecha por su padre y la deja sobre la mesa.

—Iré.

Dice.

Solo eso palabra, y Taehyung respira para no llorar. Muchas emociones.

—Bien, nos tenemos que ir, padre, muchas gracias.

—A ustedes, a los dos.— Dice, sincero.— Iremos, quiero decir... lo intentaré, hijo. Si eso es lo que quieres, y no puedo detenerte, al menos quiero estar ahí.

Y Taehyung llora, y llora, y llora.

Ambos alfas sonríen y sonríen más cuando al mismo tiempo se levantan para abrazarlo.

Y el alfa mayor, en realidad está contento, porque aquel alfa poco convencional, parece ser lo que su sentimental hijo necesita.

Alguien blando, y suave, tal vez débil incluso, pero que puede hacer él. 
Tal vez el alfa es fuerte de una manera que él no sabe serlo.

Se despiden, con un abrazo para ambos y una promesa.

Taehyung sale de la casa.

—¿Me das un segundo, amor?.— le cuestiona, Taehyung asiente aun limpiando sus lágrimas y respirando.

Jungkook se detiene y saca algo de su mochila.

—Señor Kim. Mi padre le manda esto.—Le dice estirando la carta.—Y yo quiero darle las gracias.

Y no me da tiempo de responder, porque se sorprende al recibir un pequeño abrazo del prometido de su hijo.

Jungkook sale con Taehyung,  y lo abraza también a él.

—Te amo.—Le dice, besando su mejilla.
Tae intenta retener sus lagrimas, y le dice lo mismo.

Y se abrazan un rato porque ambos lo necesitan.

Desde dentro, la señora Kim se aleja de la ventana después de verlos.

Entre Manadas ||KookV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora