Capítulo 36

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El omega había vuelto a llorar, cuando pensó que ya no quedaban lágrimas. Las había.

Tenia hambre y sed, tomo un poco de agua del río cercano a su madriguera, pero en realidad no tenía las fuerzas para intentar cazar. Estaba mal acostumbrado, Jungkook siempre lo tiene bien comido. Tiene básicamente sus horarios bien establecidos y parecían años desde la última vez que cazó, o desde la última vez que omitió una comida.

Después de algunas más horas de estar en completo silencio consigo mismo, sabía que no había mucho que hacer ahí. Tenía que moverse.

Jungkook iría en algún momento a su casa por él, no lo encontraría allí, iría a casa de hoseok, si no estaba ahí, lo más sencillo sería venir a este lugar, o al que era su pedacito del bosque.

Tampoco tenía fuerzas para ir más lejos, que tal si simplemente no lo buscaba, Taehyung no es bueno para ubicarse, suelta una amarga risa, porque justo eso hizo que se conocieran.

Decide qué, si Jungkook lo busca, lo mejor es estar con Hoseok, por si solo, seria capaz de olvidar todo y saltar a los brazos del alfa, callado y sumiso, sin hacer preguntas.

Definitivamente no podía permitirse eso. Encontrarlo aquí solo sería el paso directo a una vida creyéndose insuficiente y con un temor constante a no ser el único.

Con Hoseok, al menos sabia que lo iba a detener después de contarle la situación.

De cualquier manera, le debe una explicación. Aunque termine de romper su corazón.

Se encaminó lo mejor que pudo hasta su manada, con la vista por fin clara y un dolor de cabeza horrible.

Decide dejar su mochila con algunos cambios de ropa allí, de igual manera volvería ahí más noche, tal vez, o al día siguiente. Se pregunta si sería capaz de vivir en el bosque por algún tiempo, y se le nublan los ojos solo de pensar que no tiene a nadie.

Bien Hoseok lo dejaría quedarse, lo sabe, pero eso no es más que un estorbo.

Tal vez podría irse, ir a otro lugar, bien podría atravesar el bosque solo, sabe que hay algunas manadas cerca de ahí. Le comentaría a Hobi y a sus amigas, después de todo, tampoco es su intención preocupar.

Llegó a la casa del alfa, aquella que aún compartía con sus padres, y se sentó afuera, en los escalones, solo esperando, debía estar en el trabajo.

Su mente daba vueltas, no sabía cuánto tiempo pasó cuando el alfa llegó ante el.

Lo miró confundido y abrió la puerta para que ambos entraran, sin decir muchas palabras.

—Necesito que te tranquilices, Tae.—Le dice poco después ya dentro de la casa, el menor apenas había intentado hablar cuando se rompió una vez más en llanto, Hoseok le preparó un té.—¿que pasa?.— Le pregunta. Y a pesar de verse bastante tranquilo, la verdad es que estaba aterrado. Taehyung había salido más que contento de su casa por ma mañana, alegre, feliz, listo para vivir toda una experiencia. 

Y ahora... volvía así, solo y tan triste, intento no pensar en lo único que se le ocurría pero era difícil no hacerlo.

—¿Qué te hizo?.—Le pregunta muy serio esta vez.—Dime que te hizo para ir por tu padre y matarlo. 

A Taehyung le hacen temblar esas palabras.

—Solo dime que lo haga, Taehyung. Solo dilo.

—¿Que?—No comprendió.—¿De qué estás hablando, Hoseok?

—¿Te tocó? 

—¡No, Hobi!.—Le grita. —No fue nada de eso, jamás haría algo así. 

El alfa suspira y se relaja notablemente. Se sienta subando su cabeza por el repentino dolor. 

Entre Manadas ||KookV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora