Una persona muy importante en mi vida, me dijo un día:
"No te juzgaré porque no te conozco, o porque te estoy conociendo.
Porque juzgar es cerrarse al conocimiento.
Y, ni a los libros se les juzga por la portada ni a las personas por sus historias".Gracias "D💛".
Martes - 6:30
De nuevo, otro día más de rutina.
Ayer no cargué mi móvil.
Me quedé despierta hasta tarde y cuando me dormí, no fui capaz de levantarme.Sí, ya era costumbre.
Digo lo de acostarme tarde.
Así que no te asombres.Aunque mi padre siempre me decía - dice lo contrario.
Que he de dormir.
Pero no podía.Seguí dando vueltas en la cama.
Como quien no tiene prisas en la vida.
No tenía ganas.Tanteé con mis manos unos leggins negros y una sudadera ancha.
Mi combinación perfecta en invierno.
Aún me estaba planteando qué pasaría en verano.
Qué haría yo sin mis sudaderas.
Pero ya lo pensaría.Martes- 6:45
Después de 15 minutos dando vueltas, decidí levantarme.
Me vestí.
Me aseé.
Me peiné el pelo.
Bueno eso último es mentira.
Te parecerá locura pero casi nunca me peinaba para ir a clase, (había gente que incluso se hacía las planchas).
No hacía falta.
Me lo dejé suelto, porque la noche anterior me había acostado con el pelo mojado.
Y ahora se me había ondulado.
Así que era mejor así.Martes - 7:15
Dichosa hora.
Me senté al lado de la ventana, justo en mitad del bus.
Ni muy delante, ni muy detrás.
Había una señora mayor un tanto... ¿Desanimada?
Ni idea.
Pero hablaba como si tuviera un nudo en la garganta.
Y yo, sé lo que se siente.Se decantó por sentarse a mi lado.
Aunque el bus iba vacío.
Y empezó a relatarme, al igual que la chica el día anterior, su triste vida.No sé qué tengo.
Si es que la gente viene a contarme qué le sucede para que yo les dé solución.
Y miento si te digo que no me gusta.
Me hace sentir bien.
Digo el hecho de ayudar.De ahí, mi vocación a ser psicóloga.
- Pero sabes, yo le quiero mucho. Y él a mí no.
- ¿Cómo sabe eso?- le pregunté.
- Porque me es infiel. Ahora se está viendo con otra mujer.
- ¿Lo ha visto usted? - le pregunté de nuevo.
- Sí. Tuvo los santos cojones de traerla a mi casa. Ni mi hijos me respetan. Dicen que su padre no me quiere porque soy muy sumisa.
Que no me arreglo para él.
Que no le doy cariño.
Que la culpa es mía.
Yo no paro de replantearme qué hice mal.
- Señora, no hizo nada mal.
Primero, usted no tiene porqué arreglarse para nadie, nada más que para usted.
No ha hecho nada mal. La culpa no es suya.
En una relación, no hace falta reproches.
Si hay amor, hay comprensión.
En cuanto a sus hijos, me parece fatal que le digan eso.
Me duele, incluso a mí.
Criar a alguien para que luego diga eso...
En fin, no puedo decirle más que, debe pasar página.
La vida sigue y usted es hermosa.La señora comenzó a llorar.
Yo no sabía qué hacer...
Así que le di un breve abrazo.Y se calmó.
- No llore, levante la cabeza y demuestréle al mundo de lo que es capaz - le dije finalmente.
Un "muchísimas gracias" brotó de sus labios antes de bajarse.
No sabéis lo bien que me sentí.
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"IMPOSIBLE"
DiversosNo, el amor no lo puede todo. No, nada es eterno. Ni el amor de tu familia, ni el de tus amigos. No, el amor a distancia es casi imposible. Casi, porque este no triunfa si uno de los dos no está predispuesto a arder. No. Y sí, quiérete. Porque co...