Capítulo 56: "Sentados"

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No sabes lo que es sentirse tan tan impotente.
Ver llorar a las personas que más quieres.
Ver a alguien que te importa hacerte daño y tener que callarte.

No sabes el coraje que da el no tener poder.
No poder acudir a nadie.
Tragarte tus propias lágrimas en mitad de la noche.

Lamentarte por cosas que no deberías.
Tener responsabilidades que no te corresponden.
Lidiar con cualquier cosa, y cada vez, más difícil te lo ponen.

Sentarte en el suelo del baño y cerrar con el pestillo.
Asomarte al pasillo para escuchar qué sucede.
Coger a tus hermanos y decirle que sí se puede.

Temblar al ver furia en unos ojos que, algún día, sólo eran ternura.
Levantarte y sentir dolor en cada uno de tus huesos.
No poder moverte del dolor, tensar tu cuello.

Tomarte una pastilla para dormir y tres cafés para que se te pase.
Abrir el libro y pasar de él.

Pero ¿para qué?
Si la gente solo ve lo que tú quieres que vean.

Solo son testigos de tus risas.
Pero nadie ve tus lágrimas.
Nadie te acompaña en esas noches frías.

En aquellos momentos de penas, de melancolía.
En aquellos momentos en los que desearías estar en cualquier lugar del mundo menos en tu casa.
Y en otros en los que quieres estar solo en ella.

Esos momentos en los que sabes que todo pasará en unas horas, pero que esas horas se hacen eternas.

En los que me gustaría poder tocar tu puerta y refugiarme en tus brazos.

Yo tampoco debí ver a nadie morir ni a mi madre tomar esas pastillas para dormir, pero en fin.

La vida se trata de eso.
Dolores de cabeza.
Sentimientos de preso.
Cazador sin pesca.

No trates de entender mis metáforas.
Menos mis referencias.
Sólo déjate llevar por mis letras.

"IMPOSIBLE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora