Capítulo 57: "Falta(s)"

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Cené un poco de las sobras de ayer.
Fideos chinos para saciar el poco apetito que me quedaba.
Mi libro seguía abierto de par en par.
Todo el mundo dormía en casa.

Mi móvil se estaba cargando en el salón, mientras yo daba vueltas por la cocina en camisón.
Agarré un yogur con bastante pereza, obligándome a recobrar energías.

¿Un café?
Quizás mejor sería, sino, me dormiría.

No me apetecía hacer nada.
Absolutamente nada.
Es más, no me apetecía ver a nadie.
Por ende, que nadie me molestase de noche, era un logro y una alegría.

Quise hablarle pero descarté la idea.
Quise ponerme a escribir pero aún debía estudiar, aunque fuesen dos páginas más.
Quise ponerme música pero, pensé que quizás no me centraría lo suficiente (aunque yo hago todo con música).

Pero en fin.
Me senté de nuevo frente al libro.
Eso era casi imposible.
A esas horas no.

1:15 h

Mi móvil vibró por un instante.
Una lucecita azul parpadeaba en la esquina.
Quise ignorarle pero no pude.

-¿Qué hacés despierta aún?- preguntó.
- Estaba estudiando, pero ya me voy a dormir.
- Te voy a mandar una cosa, y luego te vas a dormir.
- Vale.

Me mandó una canción, bastante bonita la verdad.
No me lo esperaba.

Me despedí de él y fui arrastrando los pies por el pasillo hasta que llegué a mi cama.

Entonces llegó "doña inspiración de madrugada" .Y quería dormir pero necesitaba plasmar todo lo que se me venía en mente.
Con los ojos prácticamente cerrados, comencé a escribir.

Vicio malo le suelen decir.

Y, aunque yo creía que "estaba bien", no lo estaba.
Diría de hecho que la escritura es la única capaz de sacar lo que siento y pienso.

Hace un año que le conocí y no sabía si hacía bien en seguir haciéndolo.
Porque yo sabía que llegaría el momento en que, me estamparía con una pared sin remedio.

Pero aún asi, preferí estrellarme.
Porque sí.
Llámame loca si quieres.
Pero siempre voy a lo difícil.
Y nunca acabo bien.
Y esa vez no era menos.

Lloré.
Pero antes reí mucho.
Me desvelé.
Me inspiré.
Escribí.
Y suspendí exámenes.
Y no saqué las mejores notas del mundo.
Pero disfruté mucho.
Cada segundo que le hablaba.
Cada poema que le dedicaba.

Así que "JB" si algún día lees esto.
Gracias.
Porque me enseñaste a quererme y a quererte.
Me hiciste reír pero también me pusiste los pies en la Tierra.
Me hiciste volar sin despegar los pies del suelo.
Me hiciste amar.
Sentir ese cosquilleo.

Por ende, gracias.
A día de hoy, aún te quiero.

"IMPOSIBLE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora