- Yo con este chupito me planto -se abatió Marina dejándose caer sobre el frío suelo de parquet.
- Me van a salir los fideos por las orejas -informó un tanto asqueada una Marta que soplaba tumbándose al lado de Marina.
- Yo creo que si estornudo me van a salir las algas por la nariz -contesté yo tumbándome en el sofá y poniendo las piernas sobre Amelia que descansaba a los pies de éste.
Habíamos cocinado sushi para medio barrio y si no era suficiente con las cervezas que habíamos tomado durante la preparación, bebimos Sake hasta acabar con la botella.
- ¿Vais lo suficientemente borrachas como para jugar a algún juego? -preguntó torpemente Marta.
- Sí voy -contestó Marina.
- Soy toda vuestra -se animó Amelia.
- Venga, yo me apunto -me ofrecí acomodando los cojines de mi espalda. -¿Te molestan mis piernas? -le pregunté a Amelia que acariciaba mis tobillos con leves cosquillas.
- No, claro que no -sonrió ella haciendo el gesto de guiñarme un ojo sin lograrlo tras guiñar ambos. El alcohol dejaba mella en su estado.
Marta cogió un par de cojines del sofá de Amelia y cuando Marina y ella estuvieron totalmente tumbadas en el suelo con ellos en la cabeza, empezó a reír.
- Vale, vale. Había pensado que podríamos jugar al "Yo nunca", pero dado que hemos bebido bastante ya, podemos optar por "Verdad o atrevimiento" -invitó Marta.
- ¿Que tenemos 14 años? -preguntó una Marina jocosamente. -Directamente hacemos preguntas y ya está. Venga, empiezo yo -se animó. -Amelia, ¿cuánto tiempo hace que no echas un polvo?
Las 3 reímos ante la primera pregunta. Este juego podría tomar un rumbo muy interesante, a la par que peligroso y eso era algo que me excitaba muchísimo dadas las circunstancias en la que nos encontrábamos con los grados de alcohol recorriendo nuestros cuerpos.
- Joder empezamos fuerte -se quejó Amelia entre risas. -A ver que piense un poco... Mmm... -rascó su frente en señal de revolver en sus recuerdos. -Ocho meses.
- ¿Tanto, tía? -preguntó Marta con los ojos como platos. -¡Pero si estás buenísima!
- Ya sabemos que Amelia no se va con cualquiera -matizó Marina. -Venga, Amelia, te toca -la animó.
La morena acomodó mejor su espalda al sofá y me miró. Dado que las otras dos chicas se encontraban tumbadas en el suelo mirando hacia el techo, no podían percatarse de los gestos que nos hacíamos. Yo negué con mi cabeza y ella sonrió sabiendo que no debía preguntarme.
- A ver, Marta... ¿Que es lo que más te gusta que te hagan en la cama? -preguntó la morena entre risas.
- ¡Me gusta lo fuertecito que va esto! -gritó Marina.
- Ufff... -sopló Marta. -Me encanta cuando Jose toma el mando y no me deja ni acariciarla. Me pone muchísimo lo borde que puede llegar a ser.
Las 3 restantes volvimos a reír y yo llegué al punto que sentía que mi abdomen iba a explotar de tanto reir. Aquellas chicas se habían convertido en esas personas que no quería soltar nunca de mi vida. Me hacían sentir como en casa.
- A mi me pasa al contrario con Mateo -explicó Marina. -Me pone muchísimo llevar las riendas.
- Bueno, bueno, esta información no nos interesa, Marina -bromeó Marta llevándose un codazo de la otra. -Me toca... Luisi -yo temblé al escuchar mi nombre y Amelia me miró acariciando mis piernas en señal de tranquilidad. -¿Qué te traes con Sebas?
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× Sin Saberlo × [Luimelia] 🌙
FanfictionTras el accidente de su padre que cambiará su vida, Luisita baraja la posibilidad de que, trasladarse de nuevo al pueblo donde tantos veranos ha pasado, tampoco es tan mala idea. ¿Quién dijo que las segundas oportunidades nunca fueron buenas?