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LOS NO-NACIDOS
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Allí estaba el pequeño T, tratando de comprender las lecciones de su madre y procurando aprender de los errores de su padre. A él le gustaba cuando la bruja le contaba historias. Ella solía hablarle de historias que se convertían en aprendizaje.
La peculiaridad de estos cuentos era que todos incluían a un grupo igualmente peculiar: los no-nacidos. Al inicio todo era confuso para T, "¿qué son ellos?" solía preguntarse a menudo. Pero la respuesta siempre se encontraría en las mismas palabras de su madre, la bruja.
El pequeño estaba decidido a encontrar la respuesta, así que se volvió mas precavido con lo que observaba y trataba de desmenuzar todo a su alrededor para aprender de ello.
Descubrió que los no-nacidos jamás fueron personas, eran deseos. Recordó que en el cuento de su madre, Catface, la mujer deseaba tener una familia porque ese era su sueño; sin embargo, la identidad de su extranjero marido le reveló que eso jamás sería posible. El fruto perdido de su amorío fue una pequeña niña, una no-nacida, representación de las aspiraciones que no pudo lograr. Esa niña era la bruja.
Entonces estas criaturas eran todos los sueños, deseos y aspiraciones que jamás vieron la luz. Todo aquello que no se logró y que te acompañaría hasta la hora de tu muerte. T se encontraba feliz, había encontrado la respuesta a la lección pero, ¿qué tal si él también era uno de ellos? Si su madre lo era, ¿él también lo sería?
T recorrió su casa, hasta terminar en la cocina, donde su madre preparaba una de sus exquisitas recetas. El pequeño observó el libro con atención y se percató de algo que cambiaría su percepción de las cosas. Ese no era un libro de cocina.
—¿Qué haces, madre? —preguntó él.
—Una receta especial. —respondió ella.
—¿Es para mi marca? —cuestionó el niño mostrando su brazo, enseñando la marca que ella le había exigido esconder de todo el mundo. La marca que ella también poseía, aquella que la convertía en quien ella realmente era.
—No, es algo exclusivo para tu papá y tus hermanos. Para que tu padre se tranquilice y los niños no sean tan rebeldes. —explicó ella, tratando de decirle que ellos jamás podrían saber quiénes eran realmente.
T observó cómo la bruja preparaba un brebaje y lo vaciaba sobre la comida de sus familiares. Fue entonces cuando las cosas se volvieron claras. Él sí era un no-nacido, porque el sueño de su madre se veía condicionado por una pócima.
Entonces T se preguntó, ¿su sueño era tener una familia o tenerlo todo bajo control? Ingenuo era el pequeño, porque lo único que ella siempre quiso era que su hijo tuviera la misma marca de nacimiento que ella.
T guardó el secreto de su madre hasta la tumba.
La bruja guardó el secreto de su hijo hasta la misma.
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Crónicas I: David y Jonathan [TERMINADA]
Espiritual⏳ | David despierta en medio de un club sin recordar quién es. Jonathan asegura ser su amigo y conocerlo, sin embargo, David sabe que algo ha de ocultar. En algún lugar del mundo, Goliat prepara su venganza contra la humanidad a punto de crear el ap...