❤
CHICO PERA
❤
No recuerdo mi nombre, también desconozco el tuyo; sin embargo, el miedo sigue en mi mente como la única inscripción que no se ha borró. Parece que esto es lo que el tiempo hace, ¿no es extraño? El tiempo lo da todo pero quita otras cosas.
Sigues aquí frente a mí mientras miles de rostros en mi mente tratan de hacerme descubrir quién eres, creo que ni siquiera tú lo sabes.
¿Cómo te llamas? ¿Isaí, Alberto, o tal vez Daniel? No importa, ya ni siquiera sé cuál es el mío.
Me levanto de la cama y tú sigues acostado en el sofá del otro lado de la habitación, me acerco a ti y analizo tu bello ser, tu piel blanca luce suave al cubrir tu joven y formado cuerpo, tu cabello negro luce despeinado al reposar parcialmente sobre tu rostro. Luces tan hermoso, tranquilo. Tus bóxers cubren tus muslos y una playera rosada con una pera verde pintada es lo único que envuelve tu abdomen. Sonrío y me dirijo al espejo.
Yo sólo uso un pantalón, algo acampanado y antiguo pero a la medida. Mi cinto negro está sobre la cama y no encuentro mi camiseta.
No sé qué hacemos aquí, pero todo es tan bello.
Miro mi muñeca y tengo una pulsera con una sola perla en ella y, en nuestros dedos anulares, llevamos un anillo negro con orillas rojas, una referencia al hilo del destino.
Aún no sé nuestros nombres, pero nos llamaré temporalmente: a mí como Chico Perla, y a ti como Chico Pera. Ingenioso, ¿no?
Lentamente voy hacia la ventana y veo al cielo urbano recibir al sol naciente con la gracia y delicadeza de una partera, es como si ya hubiese visto al cielo pintado de rosa, lo había contemplado junto a ti.
Sigues allí dormido y me acerco a ti, ¿por qué tienes que ser así? Es prácticamente imposible ignorarte. No sé quiénes somos; extraños, pero aún así decidí tocar tu piel. El tacto me resultó familiar; lo había sentido antes. Había estado antes en esta celeste habitación y entre tus sábanas color crema.
Como una flor al nacer y fuegos artificiales al reventar en el éxtasis de la iluminación, mi mente renació con tus recuerdos.
Reconozco aquella vez, la primera en que dos desconocidos hablaron; intercambiamos números para asuntos escolares; esas sonrisas espontáneas y veces que se cruzaron nuestras miradas por decisión; fuimos un equipo y todo comenzó: te preocupabas por mi llegar y me abrazabas cuando tardaba en arribar, incluso me recalcabas que el clima era muy caliente con un sentido diferente al hablar normal. Aún recuerdo el primer beso virtual. Ya no éramos desconocidos, éramos compañeros; amigos que intercambian miradas y sonrisas entre la multitud pero no se atreven a dar el siguiente paso. La pera y la perla que se van sólo para regresar después.
Veo el reloj junto a la mesa de noche y está a un minuto para las siete de la mañana, por lo que te beso suavemente antes de despertar.
❤ REALIDAD ❤
(bonus)
La música suena en mis audífonos mientras escribo esto; sé que no eres más que un sueño; un capricho del corazón que quiere lo que quiere. Conozco que la camiseta rosa era mía y la pulsera tuya; a pesar de que en realidad no existen.
Me asusta el hecho de que todo pueda ser mentira, falsedad de la mente y producto del delirio.
Tengo que aprender a dejarte ir, no aferrarme a ti porque suturar tu recuerdo a mí corazón será difícil de desprender; No puedo seguir creando fantasías sólo con conversaciones casuales al entrecruzar nuestros caminos.
Y, aunque tus ojos destellen al verme, sé que no te moverás, Chico Pera, pero deberás saber que yo tampoco acostumbro a intentar primero.
Una de las pocas cosas de las que estoy seguro es de que te quiero, pero esto debe parar. Sé que caeré de nuevo, pero ya no continuaré con este daño auto-infligido.
Al morder la pera del deseo encendí mi ADN, convirtiendo a mi corazón en un generador exotérmico. Triste es la realidad, porque el fruto del amor madura con el pasar del tiempo hasta perecer. Sigo llamando tu nombre e invocando tus memorias antes de dormir, y no llegas jamás. Ese ahora o nunca ya venció, porque jóvenes no seremos por siempre.
ESTÁS LEYENDO
Crónicas I: David y Jonathan [TERMINADA]
Spiritualité⏳ | David despierta en medio de un club sin recordar quién es. Jonathan asegura ser su amigo y conocerlo, sin embargo, David sabe que algo ha de ocultar. En algún lugar del mundo, Goliat prepara su venganza contra la humanidad a punto de crear el ap...