Capítulo 11: El chico nuevo me quiere besar.

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Changkyun sonreía a su teléfono mientras se mensajeaba con Haseul. Iría a comer y se prepararía para pasar la tarde con la chica.

Ten, desde las escaleras junto a Kun y Hayoung vio al chico nuevo. Serio, continuaba siguiéndole con la mirada.

—¡Ten! —El tailandés dejó de mirarle embobado cuando Kun le sacudió. —De verdad, ¿Qué mierda te pasa hoy? Vámonos a casa, Haseul no está. No tenemos que esperar a nadie más. —Dijo el chino. —En serio, ¿todo bien? Llevas todo el día rarísimo...

—Sí, todo bien. —Espetó seco. No dejaba de darle vueltas a su conversación con Haseul aquella mañana. Se sentía traicionado por su amiga; siempre había ido con aquel discurso de "los celos son malos" de frente, y ahora, a la mínima, ¿mentía sobre Chaeyong para alejarla de él? Haseul tenía que entender que no podría estar siempre con ella.

—Ten no somos idiotas. —Dijo ahora Hayoung. —¿Ha pasado algo con Chaeyong? —Ten frunció el ceño.

—¿Por qué tendría que pasar algo con ella? ¡Todo va genial! —Comenzó a caminar y sus amigos le siguieron. —¿Qué pasa? ¿No puede ser Haseul el problema? ¿Siempre que haya algo malo será por Chaeyong?

—¡Ey, cálmate! —Kun lo paró en medio de la calle. —Eres un dramático, —Agitó la cabeza confundido. —Obviamente que pensamos que si pasaba algo sería por Chaeyong, ¿vale? —Ten le escuchaba, enfadado con sus supuestos amigos. —Hablas con ella desde hace dos días y con Haseul... ¿Por qué te pelearías con ella? ¡Es tu mejor amiga!

—¡Ugh, los tres sois igual de idiotas! —Chilló Ten.

—¡Eh, que yo no he dicho nada! —Saltó Hayoung. —¿Qué ha pasado con Hal? —Preguntó.

—Que es idiota. —Ten pateó la gravilla del suelo y caminó con las manos en los bolsillos. No quería hablar de Haseul. —Intenta poner a Chaeyong en mi contra porque está celosa. —Kun y Hayoung se miraron al escucharle, y estallaron en estruendosas carcajadas. —¿Qué coño hace tanta risa, eh?

—Ten, tú eres el idiota. —Dijo Kun. —No sé qué te habrá dicho Haseul de Chaeyong o qué mierda habéis hablado, pero es tu mejor amiga y... tú estás siendo un inmaduro. —Tomó a la castaña de la mano y se detuvieron en la calle. —Allá tú y tus pensamientos, ya irás llorando con Haseul y si te manda a la mierda, y sinceramente; me alegraré por ella. —Dio media vuelta con Hayoung y dejaron a Ten plantado. El tailandés sacó su teléfono del bolsillo y buscó el contacto de Chaeyong.

Si sus amigos se comportaban como auténticos idiotas con él, prefería pasar tiempo con la chica castaña.

Le envió un mensaje preguntándole si esta tarde podía quedar, iba a confesarle que le gustaba desde hace tiempo, y estaba convencido en que aquel día lo acabaría con novia nueva.

(...)

—No puedo creer que ya lo hayamos acabado, ¡bendito seas Changkyun! —Haseul se levantó de su asiento y se lanzó sobre su cama justo al lado de donde Changkyun estaba sentado con algunos libros. —¡En cuatro horas! ¡Es un récord! —El moreno sonrió mientras la miraba estirarse y crujirse la espalda.

—No es nada, así el resto de las tardes que quedemos no estarás ocupada con esta mierda. —Se encogió de hombros y cerró los libros de historia.

—En serio, gracias. —Sonrió. —Sé que no te han mandado el trabajo por incorporarte hace poco, pero pondré tu nombre en vez del de Chaeyong. —Se levantó de la cama y le tendió una mano a Changkyun para ayudarlo a levantarse. —Ahora vamos a merendar algo y te enseño a los perritos.

Salieron al jardín con galletas y zumo, como una merienda de niños pequeños; y se sentaron en el césped con los cachorros. Changkyun estaba encantado con los perritos pequeños, le parecieron adorables.

—¡Dios, son preciosos! —Comenzó a hacer ruiditos y poner una voz más aguda mientras tocaba a los cachorros y a Haseul le pareció encantador. No quitó la vista de Changkyun que jugaba con los animales, hasta que sintió que se le derraba el zumo encima por inclinar el vaso mientras estaba embelesada con la sonrisa del chico nuevo. Se sacudió un poco y carraspeó antes de hablar.

—¿Quieres uno? Tengo que buscarles casa, así que... —Se encogió de hombros y Changkyun le miró ensanchando la sonrisa.

—¡Sí, sí! ¡Claro que quiero uno! —La morena se rio al verlo reaccionar así. —¿Puede ser este? ¡Es tan mono! —Levantó el perro que tenía entre las manos y la chica asintió. —¡Mil gracias! ¡Es el mejor regalo que me han hecho! —Changkyun, eufórico, dejó el perro y abrazó a Haseul.

La morena se sorprendió por el gesto y se echó hacia atrás, pero terminó tumbada sobre el césped llevándose a Changkyun consigo. Abrió los ojos al tener el rostro del chico tan cerca del suyo, e inevitablemente, reparó en el perfume del moreno, era un aroma fresco, pero fuerte.

—¡Perdona! —Changkyun sonrió ladeadamente, pero no se apartó. Sus brazos estaban a cada lado de la cabeza de la chica a la que le ardían las mejillas. —¿No eres muy fan de los abrazos? —Preguntó. Haseul, a la que aún le costaba reaccionar, negó con lentitud. —¿Y los besos? —La voz y la expresión de Changkyun cambiaron en un segundo. Entreabrió los labios al terminar la frase, su voz había sonado grave y a Haseul le costó evitar que sus mejillas explotasen. Changkyun apartó con su mano izquierda un mechón de pelo de la frente de la morena y al sentir el roce de sus dedos, pensó que no saldría viva de aquella tarde en el jardín.

—B-Bueno... Me gustan más que los abrazos. —Se encogió de hombros y la sonrisa pícara regresó a lucir el rostro de Changkyun. Cerró los ojos y se aproximó a los labios de Haseul que imitó su gesto. Pero cambió de rumbo depositando un suave y cálido beso en la frente de Haseul. —¡Eh! —Protestó. ¡Si iba a besarla que le besara bien! Changkyun se rio y puso un dedo en sus labios indicándole que guardara silencio. Haseul suspiró; se había quedado con las ganas.

Tenía que admitir que Changkyun le caía genial, y era bastante guapo; así que a la morena no le supuso problema hacerse la idea de que podrían haberse besado los dos.

¡Chss! Dame dos semanas y un lugar en el que no estén tus padres ni tu hermano mirando por la ventana y te compensaré. —Haseul horrorizada giró la cabeza y vio a los tres miembros restantes de su familia esconderse tras las cortinas del salón. Los dos se levantaron y la chica negó con la cabeza viendo a sus padres y a Jaemin.

—¡Eh, que os he visto! —El chico se rio y acarició a Money que apareció a su lado. —¡Menuda familia!

Manual de Lee Chaeyong |Ten; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora