The maze runner 𝓟𝓻𝓮𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓬𝓮𝓼

Imagina Thomas Sangster

Dedicado a: La_Chica_De_Al_Lado

—¿Dylan?— pregunté a mi hermano, que se encontraba jugando videojuegos.

—¿Que sucede Nerea?— respondió.

—Sabes que te quiero mucho ¿No?— hablé e inmediatamente soltó el control con el que movía su avatar en el juego.

—Ya dilo, ¿Donde quieres que te lleve?— dijo

—Al cine, hoy por la tarde saldré con T... saldré con mis amigas— Mis nervios de pusieron de punta ya que está iba a ser mi tercera cita con Thomas, que es amigo de Dylan, pero mi hermano no lo sabía.  Me miró de una forma extraña y luego suspiró.

—De acuerdo, de todas formas Thomas iba a venir aquí por la tarde.— seguidamente se dió vuelta y siguió jugando.

[...]

Luego de la cita con Thomas finalmente me pidió ser su novia, la felicidad no cabía dentro mío y desde que susurró en mi oído esa simple pregunta no pude dejar de sonreír.

Thomas insistió en llevarme a mi casa y aunque intenté negarme él ganó. No nos preocupamos por Dylan ya que cuando Thomas, mi ahora novio, le dijo que estaba ocupado, mi hermano me dijo que iría con otros amigos a jugar bolos.

—Adios Thommy— lo despedí y me acerqué a él para darle un beso. Nuestros labios se rosaron suavemente cuando una mano tomó mi brazo con brusquedad y me apartó de Thomas.

—¿Que?— seguí el camino de la mano que me tenía agarrada hasta la cara de la persona a la que le pertenece —¿Dylan? ¿Q-que haces aquí? Dijiste que irías a los bolos.

El castaño apretaba su mandíbula mientras mataba con la mirada a mi acompañante. El rubio, en cambio, palideció tan bruscamente  que creí que se desmayaría en ese mismo instante.

—¿Que es esto Thomas?— preguntó Dylan entre dientes. — Dime la maldita razón por la que estabas besando a mi hermana.

—Y-yo puedo explicarlo viejo. Nosotros...

—Somos novios Dyl— respondí rápidamente y no pude contener una leve sonrisa.

—¡¿Que son que?!— gritó el castaño soltando mi brazo rápidamente y tomándose su cabello.

—Dyl... Se que Thomas es tu amigo pero no podemos elegir a quién queremos solo ocu...— antes de que pueda terminar de hablar Thomas me interrumpió.

—Si esto es culpa de alguien es mía Dylan. Yo la invité a salir, no te dijimos nada porque no sabíamos si funcionaria. Pero si funcionó. Te juro que la amo— mi corazón se derritió al escuchar esas palabras salir de sus finos labios— La amo con todo mi ser y no podría lastimarla ni aunque quisiera. Nunca le haré nada malo y la cuidaré como a nadie. Entiende Dylan. No dejes que algo tan tonto como una relación arruine nuestra amistad.

Dylan empezó a caminar de un lado a otro mientras susurraba cosas ininteligibles, suponía que estaba procesando la información que acababa de recibir y luego de un par de minutos paró en seco.

—Nerea, entra a la casa. Debemos hablar. — miró a Thomas— A solas.

—Claro, yo estaré esperando en el auto por si necesitan algo.— Thomas se acercó a mí con intención de besar mi mejilla pero al ver la dura mirada del castaño se contuvo a dedicarme una tierna sonrisa la cual correspondí.

Una vez dentro de la casa Dylan comenzó a hablar tan rápido que apenas le entendía.

— ¡Eres mi hermana! Y él ¡Mi mejor amigo! En parte es bueno porque estás con alguien en quien confío. ¿Y si te lastima? ¿Y si te engaña? Lo golpeare, debería darle un guantazo por salir con mi hermana y luego agradecerle por impedir que salga con otros chicos. Si... No, es mi amigo no puedo hacerle eso. — Dijo y antes de que diga algo más lo interrumpí.

—Yo lo amo Dyl, Thomas nunca me haría nada malo. Es una persona de confianza, dime ¿Alguna vez te mintió? ¡Lo conces desde hace años! Déjalo entrar y charlemos los tres ¿Si?.

[...]

—¡No tenías porqué decir eso Dyl!— mis mejillas estaban coloradas debido a un vergonzoso recuerdo que Dylan contó.

—¡Es cierto! Créeme Thomas, la primera ves que ella te vio se quedó babeando. Y luego le contó a todas sus amigas sobre tí— dijo riendo.

—Eso es muy tierno— Thomas río mientras colocaba su brazo al rededor de mis hombros, permitiendo que esconda mi colorada cara en su cuello.

—Lo siento por lo de hoy hermano. Estoy contento de que salgas con ella, pero ten cuidado— el castaño lanzó una mirada "aniquiladora"— Te estaré vigilando muy de cerca— hizo una seña rara señalando con dos de sus dedos sus ojos y luego señalando a Thomas.— ¡Y cuida tus manos!