Gamers in Love [JiCheol]

Capítulo 34

Al llegar a la habitación, Seungcheol dejó caer a Jihoon sobre la cama con entusiasmo, pero antes de atreverse a hacer algo, dijo: —no quiero romper el traje, así que dejaré que tú te quites lo necesario.

Jihoon sonrió, pero antes de decir algo o de hacer algo, Seungcheol extendió una mano para ayudarlo a levantarse de la cama y en cuanto estuvo de pie, vio al mayor sentarse —¿quieres que te haga un show o algo así?— preguntó de forma sarcástica.

—Sí— asintió con emoción.

—Cheol, estoy jugando, no voy hacer eso. Date la vuelta.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Ya es vergonzoso usar el traje y el maquillaje como para que me veas quitándolo.

—Pero será sexy.

—Será todo menos sexy, así que date la vuelta y deja que me lo quite con tranquilidad.

—Pero...— no dijo más e hizo un puchero al ver la expresión seria de Jihoon. Se recostó en la cama boca abajo y Jihoon le lanzó una almohada para que se cubriera y no espiara.

El menor diseñó el traje para que fuese retirado por piezas, así si sólo quería quitarse una parte, podía hacerlo con facilidad. Se deshizo de la tela que cubría su pecho y su entrepierna, dejando las mangas y los costados del cuerpo que cubrían desde la espalda hasta sus caderas y parte de las piernas, dejando su trasero completamente descubierto. No se había puesto ropa interior, así que con quitarse esas prendas fue suficiente.

Se sentía con más vergüenza aún, al exponer su cuerpo de esa forma, pero ya estaba excitado gracias a los besos y a las manos del mayor que se deslizaron por su cuerpo antes de que lo dejara caer en la cama. Se mordió el labio y con timidez llamó a Seungcheol, dejando finalmente que lo mirada.

Seungcheol dio la vuelta sobre la cama y se sentó en ella, quedando aún más sorprendido por lo sexy y a la vez dulce que se veía su novio, era una faceta que seguramente no volvería a ver, así que se sentía muy afortunado de poder verlo de esa manera. Sonrió y palmeó sus muslos, disfrutaría un poco más de ese traje antes de quitárselo por completo.

Jihoon se acercó al mayor y se sentó a horcajadas sobre su regazo, mirándolo intensamente. Podía sentir las manos de Seungcheol deslizarse por su cuerpo, sobre todo en su trasero, donde estaba descubierto, apreciando y acariciando con suavidad, haciéndolo sentir menos avergonzado.

—Eres tan precioso— dijo aún con su mirada fija en la de Jihoon.

—¿Quieres ponerme en la repisa junto a tus demás muñecos de acción?

—En realidad quiero ponerte en mi cama y no dejarte ir nunca— aquello hizo reír a carcajadas al menor y él adoró aquella risa —sólo quiero mirarte un poco más, porque realmente me gustas mucho, y te ves muy hermoso en ese traje y sé que nunca más querrás volver a usarlo, así que deja que te admire un poco más.

—Está bien, puedes hacer conmigo lo que quieras— sonrió con dulzura y dejó que su novio lo admirara tanto como quisiese.

No pasó mucho tiempo para que Jihoon notara la erección que se escondía entre los pantalones de Seungcheol, pensó que aún estaba tranquilo, simplemente viéndolo, pero en realidad estaba tan excitado que en cualquier momento se bajaría los pantalones y lo follaría. El pene de Jihoon no estaba tan duro como el contrario, pero el haber notado aquello hizo que comenzara a endurecerse lentamente.

Seungcheol seguía mirando su cuerpo, hasta que su vista se detuvo en el miembro del más bajito, a diferencia de las otras sonrisas que le había dado durante todo ese momento, esta vez sonrió lascivamente. Recostó a Jihoon en la cama y él se levantó para comenzar a desvestirse, pero lo haría más interesante.

—Ya que tú no me diste el show, yo lo haré para ti— dijo con una gran sonrisa y comenzó a tratar de hacer un baile sensual.

No tenía ni la menor idea de qué estaba haciendo exactamente, pero él estaba moviendo sus caderas de manera provocadora. Se quitó la camisa y la aventó a algún lugar de la habitación, se acercó a la cama y dejó que Jihoon lo tocara un poco. La mano del menor se deslizó desde el pecho hasta el borde del pantalón, donde comenzó a desabrocharlo para que se deshiciera de él de una buena vez.

El pelinegro dejó que se hiciera cargo de eso, mientras él terminaba de quitarse los calcetines. Continuó con su baile y dio una media vuelta dándole la espalda a Jihoon y bajó su pantalón junto a su ropa interior, inclinándose y dejando a la vista todo su trasero frente a Jihoon, quien no pudo evitar reír a carcajadas.

—¡Cheol! ¿Dónde aprendiste a hacer eso?— preguntó con gracia, pero sin poder contenerse a tocar los glúteos.

—En una película— respondió quitándose las prendas y girando otra vez para ver a su novio.

Jihoon rió, pero no esperó para tomar el miembro de su novio y acariciarlo con un poco de malicia, apretándolo ligeramente para obtener un gemido de Seungcheol. Poco después de aquello, separó las piernas subiéndolas a la cama para que el mayor tuviese una gran vista de su miembro y su entrada.

Seungcheol se hincó en el suelo quedando entre las piernas e introdujo el pene en su boca, succionando inmediatamente para causarle un cosquilleo y escucharlo gemir como tanto le gustaba. Su cabeza subía y bajaba rápidamente, no quería hacerlo correrse, pero tampoco quería torturarlo con movimientos lentos.

Se separó al poco tiempo y subió a la cama, arrastrándose sobre el cuerpo de Jihoon, con una mirada hambrienta, tomando inmediatamente los labios del contrario en cuanto llegó a ellos, besándolos con entusiasmo y luego ingresando su lengua a su cavidad bucal. Sus caderas se movían por sí solas, empujándose contra el miembro de Jihoon y causando una exquisita fricción entre sus penes.

Las piernas de Jihoon se abrazaron a la cadera de Seungcheol, animándolo a que continuara con las falsas embestidas. El mayor no dudó en aumentar un poco más el ritmo, pero al separarse del beso pudo ver una expresión de dolor en el rostro de Jihoon.

—¿Te lastimé?— preguntó un poco preocupado y deteniendo sus movimiento.

—No— negó rápidamente —es que el traje es incómodo, se me clava en la cintura.

—Oh— expresó mirando hacia abajo entre sus cuerpos —¿quieres quitártelo ya?

—¿Quieres disfrutarlo un poco más?

—Sí— murmuró un poco inseguro, no quería forzarlo a seguir usándolo cuando le lastimaba o ya no quería seguir teniéndolo puesto.

—Entonces déjame dar la vuelta.

Seungcheol se levantó de Jihoon, sin entender muy bien qué iba a hacer. El menor se levantó para dar vuelta en la cama, gateó sobre ella para acomodarse más en el centro y tomó una almohada, la colocó debajo de su pelvis y se recostó sobre de ella para que su trasero quedara ligeramente al aire.

—Estoy listo— dijo con una gran sonrisa y mirando haca atrás por sobre su hombro para ver la expresión de Seungcheol.

El mayor sonrió, moviéndose con calma, pero en cuanto vio que Jihoon separó un poco las piernas y se inclinó hacia atrás para levantar más si trasero, se apresuró a acercarse.