Gamers in Love [JiCheol]

Capítulo 37

En cuanto Soonyoung llegó a casa, su madre lo esperaba con una expresión molesta, y él no comprendía que la tenía así. La saludó con un beso en la mejilla y se sentó junto a ella, quien tenía su laptop encendida y giró la máquina para que viera la pantalla. Soonyoung miró tranquilamente el video, pero comenzó a ponerse nervioso cuando se vio junto a los demás chicos en la tarde del sábado.

—¿C-cómo?

—Instalamos cámaras luego del robo, ¿acaso no lo notaste?

—Dijiste que las pondrían al regresar del viaje.

—Es lo que había dicho, pero tu padre quiso ponerlas antes para que ustedes estuviesen seguros. Pero los cinco— negó suavemente —lo seis nos mintieron. ¿Qué hiciste con Seokmin? ¿Por qué tuvieron que irse los demás?

—M-mamá... yo.

—¿Al menos usaron condón?

—M-mamá...

—No me mientas más, ya los descubrimos.

Soonyoung suspiró —sí, lo usamos— respondió bajando la mirada.

La señora Kwon suspiró, agradecía la honestidad de su hijo —estas castigado, lo sabes, ¿verdad?— vio a Soonyoung asentir —sin videojuegos, sin celular y sin computadora. Tampoco saldrás con tus amigos, y si a Seokmin le permiten venir, deben estar bajo nuestra supervisión.

—¿Si le permiten venir? No le dijiste a sus papás, ¿verdad?

—Tuve que decirles, no iba a cubrirlos. ¿Qué tal si les pasaba algo en la calle? Un accidente, un robo, ¡un secuestro! ¿Dónde los íbamos a encontrar?

—Pero estamos bien, mamá; nada malo pasó. ¿Pero por qué les dijiste? Ellos son más estrictos.

—Entonces yo debería serlo contigo también.

—Mamá— se quejó, no tanto por lo que dijo, sino por haberle dicho a los papás de Seokmin —su padre es homofóbico, si se entera de lo nuestro, lo va a golpear.

—No golpearía a su hijo, cariño.

—¡Lo hizo con su hijo mayor! ¿Qué lo detendría a hacerlo con Seokmin?

—Bueno, no creo que su mamá sea imprudente y se lo diga a su papá. Hablé sólo con ella, ¿bien? No va a pasarle nada a Seokmin.

A Soonyoung le preocupaba más la reacción que tendrían los padres de Seokmin que el que los hayan descubierto y que lo hayan castigado por quién sabe cuánto tiempo. Quería ir en ese momento a proteger a su novio, pero no podía salir de casa y tampoco podía enviarle algún mensaje sin que su mamá lo viera y le quitara el teléfono desde ese instante.

Por otra parte, Jihoon estaba siendo regañado, castigado y cuestionado al mismo tiempo.

—Estás castigado— dijo con voz severa la señora Lee —un mes, sin videojuegos, sin televisión, sin salir, sin celular y creo que lo que te hará entrar más en razón es: sin Seungcheol. No lo quiero ver por aquí y tampoco quiero que vayas a su casa.

—Pero...

—¿En qué estabas pensando, Jihoon?— interrumpió antes de que su hijo dijera algo —¿a qué te fuiste con él? Y no digas que sus padres estaban ahí porque ya hablé con la señora Choi y seguramente ahora está en camino para regañar a su hijo también.

—J-Jeonghan...

—Tampoco digas que Jeonghan se fue con ustedes porque su mamá dice que él sí llegó a casa esa noche.

Jihoon estaba perdido, sus madres habían hablado entre sí, así que no podía inventarse una coartada para lo que hicieron, no tenía excusas, pero no por ello le iba a dar los detalles de esa noche —sólo estuvimos en su casa.