Capítulo 42

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Jihoon estaba bastante ansioso, había sobrevivido a su castigo sin tener que aumentarlo una semana más por cada vez que se enojaba con su madre, principalmente porque ella mencionaba a SeungCheol y él terminaba refunfuñando y yéndose antes de decir algo que alargara su castigo. SeungCheol también estaba feliz, aunque a él a un le faltaba una semana más para que su castigo terminara, su madre le había puesto cinco semanas de castigo por llevar a la casa a su novio sin permiso de ella o de la madre de Jihoon. Pero el que fuese el último día de castigo de Jihoon, significaba que vendría a visitarlo y pasarían las tardes solos como lo habían hecho antes de todo el embrollo.

Ninguno de los dos podía dormir de la emoción, ya que la mamá de Jihoon había accedido a que fuera a visitarlo al día siguiente, pues el enojo ya se le había pasado y sabía que no podía mantener alejado a su hijo de su novio por mucho tiempo.

Jihoon fue llevado por su padre como la mayoría de las veces, era sábado y tenía la oportunidad de llevar a su hijo donde quisiese. Ambos chicos se despidieron desde lejos del mayor, como siempre lo hacían, aunque la mamá de Jihoon le decía que se quedara un rato para vigilar a los chicos, al señor Lee le parecía un poco molesto estar sobre de ellos como si fuesen unos bebés, lo que agradecían ambos. Se miraron con enormes sonrisas y entraron a la casa, se supone que verían una película así que fueron a la cocina a preparar un poco de palomitas de maíz; SeungCheol hablaba entusiasmadamente mientras se preparaban en el microondas, claro que habían besos de por medio.

Llegaron a la habitación y colocaron la película, pero al poco tiempo de acomodarse y colocarla, lo inevitable sucedió: Jihoon estaba sobre SeungCheol besándolo; sólo eso estaban haciendo, el mayor recostado sobre la cama, acariciando el cuerpo de su novio y el menor completamente recostado sobre SeungCheol. Estaban disfrutándolo, tomando el tiempo que no habían podido besarse y aunque necesitaban más que esos intensos besos, tendrían toda la tarde para hacer algo, así que sólo se concentraron en mover sus labios sobre los contrarios, batallar con sus lenguas y volver un húmedo desastre aquel momento.

Sin embargo, la puerta principal de la casa se abrió sin cuidado, alertando a los dos chicos, quienes inmediatamente se separaron para ver de qué se trataba. Al llegar a la entrada, ambos levantaron las cejas y abrieron sus ojos con sorpresa.

—¡Hermanito! ¿Cómo estás?— saludó la hermana mayor de SeungCheol mientras terminaba de meter su maleta a la casa.

—Jinha, ¿qué haces aquí?

—Ay gracias, yo también tenía ganas de verte— dijo con sarcasmo por el saludo que recibió —¡Oh! Tú debes ser Jihoon— se acercó al mencionado y tomó sus mejillas apretándolas un poco —eres realmente lindo, tal como SeungCheol te ha descrito.

Ambos se miraron perplejos sin entender que hacía ahí la hermana de SeungCheol con una maleta junto a ella. Jihoon sonrió nerviosamente y la saludó como era debido, SeungCheol había hablado de ella en algunas ocasiones, era mayor que él por casi ocho años años, y era modelo de pasarela, aunque a veces posaba para algunas revistas. Se supone que estaba de viaje fuera del país por el trabajo que tenía, no debía estar en la ciudad, y en todo caso, seguramente primero le gustaría visitar a sus padres en Daegu que a su hermanito en Seúl.

—¿Ya vas a decir qué haces aquí?— preguntó SeungCheol después de saludarla.

—Para empezar, ¿por qué no llevas mi maleta a mi habitación? Luego hablaremos, quiero ponerme al día con Jihoonie.

SeungCheol suspiró y arrastró la maleta de su hermana a la habitación junto a la suya; la casa no era muy grande, sólo habían dos habitaciones y la otra era usada por sus padres cuando llegaban a la ciudad. Jihoon y Jinah se sentaron en el sillón de la sala, donde la mayor comenzó a hacer miles de preguntas, principalmente sobre cómo le iba en los estudios, cómo estaba su familia, si Seungcheol era un buen novio, etc. Jihoon respondía tranquilamente, era como hablar con Seungcheol pero en una versión femenina y eso lo hacía sentirse más cómodo de lo que pensó que sería cuando la conociera.

—¿Ya responderás?— SeungCheol seguía insistiendo.

—Bien— suspiró ella —mamá me contó lo que hicieron— dijo con una sonrisa pícara, haciendo que las mejillas de Jihoon enrojecieran y que SeungCheol se enfadara un poco —así que me dijo que, ya que estaré en la ciudad por unas semanas, podría cuidarlos para que no hagan lo mismo otra vez.

SeungCheol suspiró molesto —¿es enserio?

Jinah asintió con una sonrisa —pero tranquilos, ustedes díganme si quieren privacidad y yo se las daré sin decirle a nadie.

—¿En serio lo harías?— preguntó Jihoon sorprendido y con un poco entusiasmado.

—Claro, soy una hermana genial— se elogió.

Seungcheol rodó los ojos, amaba mucho a su hermana, pero había que ponerla en un pedestal para que realmente no dijese nada a sus padres —sí, eres muy genial— dijo rodando los ojos, pero con una leve sonrisa —promete que no dirás nada.

La mayor hizo un gesto de cerrar su boca, atar un candado y tirar una llave como si hubiera sellado sus labios para siempre —están seguros conmigo.

—Wah— expresó Jihoon con emoción —siempre pensé que los hermanos eran molestosos y al más mínimo descuido te acusaban, pero tú eres muy genial.

—Lo sé— dijo Jinah sacudiendo su largo cabello castaño y sonriendo ampliamente —¿qué quieren para cenar? Yo invito— dijo poniéndose de pie para tomar su bolso que había dejado en la mesa de la entrada.

Aunque ambos adolescentes hubieran preferido pasar la tarde de otra manera, no les molestó pasarla con Jinah, era bastante genial para los ojos de Jihoon, más como la hermana de SeungCheol que era, pero también como persona, pues era algo sorprendente para él que fuese modelo profesional. Conversaron animadamente, la mayor hablaba principalmente sobre su viaje por el Reino Unido, tenía un contrato con una agencia británica, que le había hecho estar varios meses en varias ciudades del país modelando en las pasarelas, tal vez no en las más grandes o famosas, pero ese era su objetivo.

Los menores también le estuvieron contando cómo estaban las cosas en Corea, y cómo se les había ocurrido darse una escapada sin saber que había cámaras de seguridad en el jardín de los Kwon, pero conociendo a SoonYoung, no era de sorprenderse que no lo supiera, aunque claro que les dijo la verdad de que esas cámaras eran nuevas y no debían ponerlas hasta la semana siguiente.

Gamers in Love [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora