Capítulo 52

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El lugar estaba a tope de gente, la música retumbaba en cada rincón de la casa, había gente bailando, conversando dentro de lo que podían, bebiendo, besándose; sin duda era una buena fiesta. Mingyu y Wonwoo habían decidido llegar un poco tarde, así el lugar ya estaba más encendido y era más divertido.

Sus disfraces no eran tan elaborados como el de otras personas que impresionaban, pero se sentían orgullosos de sus atuendos. Wonwoo tenía el cabello peinado hacia atrás, se había maquillado con un tono más pálido que su piel, dejando su cara bastante blanquecina, también se había puesto un poco de sangre falsa en la comisura de sus labios; consiguió unos colmillos falsos con los que apenas podía hablar, pero en cuanto se acostumbró, ya no era difícil hablar adecuadamente. Llevaba una capa negra con el interior rojo vino, estaba usando una camisa blanca de mangas largas y un chaleco de terciopelo en color rojo, como el de la capa, unos pantalones negros y su zapatos de charol que relucían bastante.

Por otro lado, Mingyu había conseguido un par de orejas cafés, puntiagudas y peludas que combinaban con su cabello castaño y despeinado, pintó su nariz de color negro y remarcó con maquillaje negro algunas facciones para parecer más aterrador, no necesitaba colmillos como los de Wonwoo, pues él ya tenía unos lindos de canino. Se vistió de la misma forma que Wonwoo, sólo que sin la capa y el color de su chaleco era café, habían conseguido ese par de trajes en oferta y no dudaron en rentarlos, además, así se notaba que estaban yendo en pareja.

Al entrar a la casa, saludaron a varios amigos que tenían en común y a algunos otros que sólo uno de los dos conocía; ya eran las once de la noche, así que pensaron que sus amigos estarían en el lugar divirtiéndose, por lo que iban a buscarlos y sumarse a la diversión, pero había tanta gente con buenos disfraces y personas que conocían, que era fácil distraerse con ellos, así que no les importó mucho buscarlos por algún tiempo.

Wonwoo dio la vuelta por un momento para ver a su alrededor, Mingyu estaba hablando con uno de sus amigos y habían comenzado a hablar cosas que no eran de su interés ni de su incumbencia, así que prefirió distraerse un rato. A lo lejos, en la pista de baile, vio a un par de ángeles bailando, se veían realmente adorables con sus alas emplumadas y pequeñas, sus coronas de ángel doradas y vestidos completamente de blanco, incluyendo los zapatos, le hizo señas a Mingyu para avisarle que se alejaría por un segundo, y se encaminó para saludar a sus amigos.

—Aquí están, pensé que no los encontraríamos, ¿llegaron desde hace rato?— tuvo que acercarse demasiado y gritar para ser escuchado sobre la música.

—Sí, ya llevamos rato en la fiesta— respondió Joshua de igual manera—¿dónde está Mingyu?

Wonwoo giró un poco y señaló hacia la entrada de la sala que habían tomado como pista de baile. La pareja asintió y sonrieron al ver el disfraz de Mingyu.

—¿Has visto a Jihoon y SeungCheol?— preguntó JeongHan —quiero ver si Seungcheol vino de conejo.

—No, no los hemos visto para nada, no tenemos mucho que llegamos.

Mingyu se despidió de su amigo y se acercó a su novio y a la pareja —¡están geniales sus disfraces!— dijo y los saludó.

—Gracias, ustedes también se ven bien— dijo Joshua con una sonrisa.

Estuvieron hablando un poco más, e incluso aprovecharon a tomarse algunas fotos para el recuerdo, hasta que la música cambió a una que le gustaba Jeonghan y los ángeles volvieron a bailar. Mingyu se giró hacia su novio y con una sonrisa pícara comenzó a bailar, movía sus caderas, cabeza y hombros al ritmo de la música, provocando una gran carcajada en su mayor, quien tampoco pudo evitar ponerse a bailar. Se quedaron en la pista de baile por un largo rato, hasta que decidieron ir a la cocina por alguna bebida.

—¿Qué quieres para tomar?— preguntó Wonwoo en cuanto la puerta de la cocina se cerró, sus voces eran más audibles, así que no fue necesario gritar para ser escuchado.

—¿Vas a preparar algo?— se aconchó en el mesón de en medio, viendo a su novio concentrado en ver las bebidas que habían, algunas eran simples gaseosas y otras eran bebidas alcohólicas.

Wonwoo revisó bien los ingredientes que habían en aquella casa —¿qué te parece un Manhattan?

Mingyu levantó una ceja —oh, interesante, quiero probarlo.

El mayor sonrió y se dispuso a preparar la bebida con whisky, vermut y un poco de bitter de naranja. En un vaso grande preparó la bebida con hielo, revolvió y esperó a que esta se enfriara un poco y la sirvió en un par de vasos desechables; hubiera preferido servirlos en algo más elegante, pero era una fiesta demasiado grande como para que cada invitado tuviese un vaso de cristal. Mingyu tomó de su vaso, pero fue detenido rápidamente.

—Espera, aún hace falta algo— dijo el mayor y buscó por todo el mesón hasta que encontró en el otro lado un frasco de cerezas, sonrió y lo tomó para colocar una cereza en cada vaso —ahora si está listo.

—De acuerdo— dijo con una sonrisa y levantó el vaso brindando.

Antes de que el menor pudiese probar la bebida y decirle a su novio qué tal estaba, Yuta se acercó a ellos, era un chico que conocían por algunas clases que llevaban juntos, parecía un poco confundido y a la vez preocupado.

—¿Vieron a Winwin por algún lado?

—La última vez que lo vimos estaba contigo— respondió Wonwoo llevando a sus labios la bebida y haciendo un gesto de satisfacción por lo bien que le había quedado la bebida.

—Sí, estábamos juntos, pero dijo que iría al baño y no regresó.

—Debe estar por ahí, seguro se distrajo con alguien.

—Pero llevo buscándolo más de media hora y nadie lo ha visto, y bueno, algunos ni lo conocen.

—¿Ya intentaste llamarlo?— esta vez preguntó Mingyu.

—Lo hice, pero su teléfono manda directo al buzón— Yuta revisó una vez más su teléfono, asegurándose de que no tenía alguna llamada o mensaje de su amigo.

—Tranquilo, seguro ya se fue— volvió a hablar Wonwoo.

—Apenas es media noche, él nunca se va tan temprano a casa.

Hubo un corto silencio en lo que los tres chicos pensaban un poco más en dónde podría estar Winwin, conociéndolo, no había una buena razón para que se fuera antes a casa. Antes de que alguno dijese algo más, una chica entró a la cocina, rápidamente Mingyu la reconoció, era Irene; a pesar del maquillaje de su disfraz, el moreno podía ver lo preocupada que parecía y que estaba buscando algo.

—¿Todo bien, Irene?— preguntó Mingyu en cuanto pasó junto a ellos.

Ella negó —¿vieron a Seulgi? Le pedí que me acompañara al baño y se quedó afuera, pero cuando salí ya no estaba.

—Winwin también fue al baño y ahora tampoco está— dijo Yuta.

—¡Ay vamos chicos!— expresó Wonwoo incrédulo —no se preocupen, ¿qué tal si se fueron juntos?

Irene y Yuta se miraron, ninguno de los dos estaban convencidos de que eso hay sucedido; eran amigos, pero no tan cercanos como para abandonar la fiesta sin decirle a nadie e irse juntos a algún otro lugar.

Gamers in Love [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora